Internacional

EEUU dejará de apoyar operaciones ofensivas en Yemen

El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ha anunciado este jueves que la nación norteamericana dejará de prestar apoyo a operaciones ofensivas en Yemen y que nombrará un enviado para analizar el conflicto en el país, que comenzó a finales de 2014.

El mandatario ha dicho del conflicto yemení que es «una guerra que ha creado una catástrofe humana y estratégica» y ha zanjado que «tiene que terminar».

Al optar por poner fin al apoyo de las operaciones en Yemen, Biden avanza hacia el cumplimiento de su promesa de campaña de revisar la relación de Estados Unidos con Arabia Saudí, nación que ha llegado a calificar de «paria».

No obstante, ha enfatizado que Estados Unidos continuará defendiendo a Arabia Saudí contra los ataques. «Se enfrenta a ataques con misiles (…) y otras amenazas de las fuerzas suministradas por Irán en varios países», ha justificado.

El veterano diplomático Timothy Lenderking será el enviado especial para Yemen. Biden ha trasladado su confianza en que Lenderking trabajará con Naciones Unidas «y todas las partes del conflicto para presionar para lograr una resolución diplomática».

El movimiento no afectará a las operaciones militares que Estados Unidos lleva a cabo contra la filial yemení de Al Qaeda porque son «acciones» que Estados Unidos emprende para «proteger a la patria y proteger los intereses estadounidenses en la región», en palabras del asesor de Seguridad Nacional, Jake Sullivan, recogidas por ‘The Hill’.

Estados Unidos ha proporcionado apoyo logístico y militar a la coalición liderada por Arabia Saudí en Yemen, además de miles de millones de dólares en ventas de armas. La semana pasada, el Departamento de Estado anunció una pausa y revisión de las ventas de armas a los saudíes y a Emiratos Árabes Unidos.

En cuanto a Yemen, la Administración Biden también está revisando la designación de los huthis como un grupo terrorista, paso dado por Trump en los últimos momentos de su mandato. Organizaciones humanitarias se han pronunciado en contra de la decisión, alertando de las «terribles» consecuencias humanitarias que puede acarrear la medida.

Estados Unidos sí ha emitido varias licencias para «facilitar» la continuación de las actividades humanitarias de manera «ininterrumpida» en Yemen ante la entrada en vigor de la designación de los huthis.

Las fuerzas leales al Gobierno yemení, encabezado por Abdo Rabbu Mansur Hadi y apoyado por Arabia Saudí, y los rebeldes huthis, respaldados por Irán, llevan combatiendo desde finales de 2014, en una guerra que ahora se considera un conflicto de poder entre las dos principales potencias rivales de la región.

El conflicto ha provocado la que es la mayor crisis humanitaria mundial. Actualmente, casi el 80 por ciento de la población, unos 24 millones de personas, necesitan asistencia en el país, donde hay más de 20 millones en inseguridad alimentaria.

Más medidas

Se trata de uno de los cambios que ha anunciado el mandatario en su primer discurso sobre política exterior desde que asumió el cargo. Durante su alocución, ha señalado que «Estados Unidos está de vuelta» y ha declarado que «la diplomacia ha vuelto al centro» de la política exterior estadounidense, una afirmación que marca distancia con la Administración del expresidente Donald Trump.

Asimismo, Biden también ha congelado los planes de retirar a las tropas estadounidenses desplegadas en Alemania, que involucraba a 12.000 soldados, movimiento que inició Trump.

En concreto, el secretario de Defensa, Lloyd Austin, dirigirá una «revisión de la postura de la fuerza global» y, mientras, «congelará cualquier redistribución de tropas de Alemania (…) para que nuestra huella militar esté alineada apropiadamente con nuestra política exterior y nacional».

Además, ha trasladado su intención de elevar a 125.000 el número de refugiados que podrán ser admitidos en la nación norteamericana en el primer ejercicio de su Administración, después de años de mínimos históricos bajo el mandato de Trump. El Ejecutivo anterior estableció el límite de refugiados acogidos para este año fiscal en 15.000, el más bajo desde 1980.

«El liderazgo moral de Estados Unidos en cuestiones de refugiados fue un punto de consenso bipartidista durante décadas cuando llegué aquí por primera vez. Encendimos la luz de la libertad sobre los oprimidos, ofrecimos refugios seguros a quienes huían de la violencia o la persecución», ha recordado Biden, para referirse a una orden ejecutiva que comenzará el «arduo» trabajo de restaurar su programa de admisión de refugiados.

El objetivo, como ha precisado, es afrontar la «crisis de más de 80 millones de personas desplazadas en el mundo». Ante el anuncio, el alto comisionado de la ONU para los Refugiados, Filippo Grandi, ha aplaudido la decisión de Biden ya que «enviará una señal poderosa a otros países para que hagan lo mismo».

Por otra parte, el presidente de Estados Unidos también ha incidido en que busca reparar el «liderazgo moral», por lo que también revitalizará los temas LGTBQI «internacionalmente». «Nos aseguraremos de que la diplomacia y la asistencia extranjera funcionen para promover los derechos de esas personas, incluida la lucha contra la criminalización y la protección de los refugiados y solicitantes de asilo LGBTQI», ha aseverado.

«Competiremos desde una posición de fuerza, trabajando con nuestros aliados y socios, renovando nuestro papel en las instituciones internacionales y reclamando nuestra credibilidad y autoridad moral», ha sentenciado en su discurso, recalcando su intención de «reafirmar con éxito la diplomacia» estadounidense y la «moral» de las instituciones de política exterior» del país.