Internacional

Trump desconoce la realidad hispana de Estados Unidos

Donald Trump es el epicentro de la carrera republicana hacia la Casa Blanca desde aquella primera salida de tono -fue en junio- en la que lamentó que México no «envíe» precisamente a su «mejor gente», sino que lleve «drogas» y «crimen» a Estados Unidos. A aquella le han seguido otras como «somos los únicos tan estúpidos como para conceder la nacionalidad por nacimiento».

Recientemente, Trump se ha enzarzado con los también aspirantes Marco Rubio y Jeb Bush a cuenta del idioma: «Este es un país en el que hablamos inglés, no español», afirmó el magnate. Rubio desciende de inmigrantes cubanos y Bush -que domina el español- está casado con una mexicana, motivos por los que, según el showman, sus oponentes se muestran «débiles» en esta materia.

Las cifras de la Oficina del Censo de Estados Unidos tumban el discurso de Trump; cifras que se hace difícil creer no conozca el precandidato. Según datos de julio de 2014, en aquel país -de 318 millones de habitantes-, hay 55,4 millones de hispanos, 1,2 más que un año antes. Son desde hace tiempo la mayor minoría étnica o racial. Los mexicanos, diana de Trump, suponen el 65 por ciento.

En Estados Unidos, según esta fuente, 4 de cada 10 ciudadanos pertenecen a una minoría -la población negra alcanza los 45,7 millones de personas y 20,3 los asiáticos; los blancos no hispanos rozan los 198 millones-. Además, su crecimiento ya no se da exclusivamente en estados como California, donde son mayoría. De hecho, Texas es en este momento el destino más al alza.

Ted Cruz, otro de los competidores republicanos, fue precisamente el primer senador hispano por Texas. Sin embargo, su estrategia no dista de la de Trump, optando por menos estridencia pero sin afear a su rival acusaciones hacia un nicho de población que ha aumentado en un 43 por ciento en la última década y que, con una media de 29 años, es el más joven.

Trump equivoca el tiro igualmente en cuanto a la integración de estas personas. Más de la mitad de los hispanos domina el inglés, concluyen estadísticas oficiales, y un 63,2 por ciento de los mayores de 25 años ha terminado la educación secundaria. Otro dato revelador es el número de negocios que regentan: 2,3 millones, un 43,6 por ciento más desde 2002.

De forma indiscutible, Estados Unidos es también hispano. Hasta la fecha, los principales políticos necesitados del voto a escala nacional habían aprovechado la baza del español, conociéndolo o no y con distinta suerte, para dirigirse y acercarse a una cantidad de electores fundamental para decantar la victoria. Trump nada contracorriente y se ha ganado la atención. Habrá que esperar para saber si algo más que eso.