David Cameron tendrá que esperar a febrero para negociar sus exigencias con la UE
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En un ambiente casi navideño los líderes políticos de los 28 Estados de la Unión Europea se han dado cita en Bruselas durante dos días. El objetivo, muy ambicioso, se ha centrado en temas de plena actualidad como del terrorismo, la unión bancaria, los proyectos de gasoductos o la crisis en las fronteras con los refugiados. Avances concretos, pocos; pero sí la certeza de que surgirán nuevas crisis a las existentes que amenazan a una Unión más fraccionada que nunca.
En el documento que recoge las conclusiones del encuentro únicamente en un punto se hace referencia al Brexit. Los 28 acuerdan que en la cita del 18 y 19 de febrero de 2016 se trate el tema. Seguirán, por tanto, las negociaciones para encontrar “soluciones satisfactorias para todos en los cuatro ámbitos” que están sobre la mesa.
Una de las peticiones del Gobierno de Cameron parece insalvable a día de hoy: restringir las ayudas estatales a los inmigrantes hasta que no pasen cuatro años pagando impuestos. Se busca frenar la inmigración de ciudadanos comunitarios y de fuera de la UE. Dicen que cerca de 300.000 personas llegan año tras año al país y es algo insostenible. De los comunitarios, el 40% se beneficia actualmente de las ayudas.
Los tres puntos sobre los que prácticamente hay acuerdo son: que se incluya el compromiso de apostar por la competitividad dentro de la UE, respetar y proteger a los países sin la moneda euro y permitir que haya países -como el británico- que no quieran dar pasos hacia una integración mayor.
Desde Europa se teme el fortalecimiento de partidos populistas que decanten una balanza actualmente equilibrada entre los pro y los antieuropeos. Así lo demuestran las encuestas a las que se aferra Cameron para dar a entender a sus socios que sin logros palpables la opinión pública del país podría volverse en contra de seguir juntos.
Cameron consideró en rueda de prensa que “las negociaciones siguen por el buen camino”, “hay buenos progresos” pero “el acuerdo nunca se dijo que fuera fácil”. El referéndum debe celebrarse antes de finales de 2017. Polémicas han sido sus declaraciones ante los periodistas comentando que los países del Sur deben apoyar la medida contra la inmigración para frenar la fuga de talento.
Para Rajoy la dependencia es recíproca
“La UE necesita de Reino Unido como Reino Unido necesita de la UE”, así lo ha declarado Rajoy en su última rueda de prensa en Bruselas de la actual legislatura. Ha destacado que “hay que preservar la libre circulación de trabajadores y el trato para todos igual, porque si no tendríamos una UE que estaría amputada en uno de sus principios». Tampoco Cameron tiene el apoyo incondicional de Merkel o Hollande.
Rajoy ha declarado que se encontrarán «buenas fórmulas para todos» y aseguró que si sigue siendo presidente será «flexible». Ayudará a Cameron a ganar el referéndum. “El referéndum va a salir adelante y va a dar tranquilidad y estabilidad al proceso europeo”, añadió.
El jefe del Ejecutivo español ha hecho balance de estos cuatro años visitando Bruselas. Considera que «llegar a Bruselas en el año 2012 con un déficit público del 9% no tenía ninguna gracia. Hoy aquí dentro vas tranquilamente y, francamente, ahora nos miran mejor”. A la hora de valorar el 2015 que deja a la UE sumida en una inmensidad de temas por abordar, el líder español cree que para España “ha sido el mejor en muchos años” y está convencido de que para la Comisión también lo fue.