Internacional

Cristina Kirchner denuncia a los servicios de Inteligencia de Macri por «espionaje político»

La ex presidenta de Argentina Cristina Fernández de Kirchner ha presentado este jueves una denuncia por el supuesto «espionaje político» practicado en su contra por parte de la nueva Agencia Federal de Inteligencia (AFI) dirigida por Gustavo Arribas, «amigo y persona de total confianza» del conservador Mauricio Macri, su sucesor en la Casa Rosada.

Fernández de Kirchner se basa en la reciente filtración a los medios de comunicación de una conversación que mantuvo con el ex jefe de la AFI Oscar Parrilli, en la que supuestamente conspiran para fabricar un caso contra el ex espía Antonio ‘Jaime’ Stiuso.

De acuerdo con las investigaciones judiciales, Stiuso habría sido la principal fuente del fiscal del caso AMIA, Alberto Nisman, que el 15 de enero de 2015 presentó una denuncia contra la entonces presidenta. Tres días después Nisman apareció muerto en su apartamento de Buenos Aires.

La líder izquierdista achaca ésta y otras filtraciones anteriores a una «persecución» ya que, en el caso de esta conversación, forma parte de una causa que investiga el juez Ariel Lijo que nada tiene que ver con Fernández de Kirchner, el caso AMIA o la muerte de Nisman.

«A partir del día 10 de diciembre de 2015, fecha en la cual, como es de dominio publico, finalicé mi mandato como presidenta, vengo siendo objeto de una feroz campaña de persecución política, mediática y judicial que no registra antecedentes en la historia democrática», dice en la denuncia.

Por un lado, prosigue, «se me han formulado una serie de falsas denuncias por supuestos graves delitos que los medios de comunicación hegemónicos reproducen y amplifican en forma diaria». Por otro, apunta, «desde el Poder Ejecutivo, se llevan a cabo maniobras coordinadas y convergentes con tal estrategia, filtrando […] información reservada de tales actuaciones judiciales».

Fernández de Kirchner aprovecha para indicar que además es víctima «de maniobras de seguimiento que se practican sobre todos los movimientos que hace» y que ha atribuido a los espías que cesó a raíz de la muerte del fallecido fiscal del caso AMIA.

«Todo ello bajo el amparo» de Macri, sostiene, recordando que el actual presidente argentino fue acusado de crear unos servicios de Inteligencia paralelos que respondían sólo a su persona durante su etapa en el Gobierno de Buenos Aires.

«Resulta más que evidente que nos encontramos ante una maniobra de claro carácter criminal, la cual pone al descubierto de manera aún más fidedigna el componente mafioso que vincula a sectores del poder político, con algunos estamentos de la Justicia federal, todo ello con la participación, articulacion y protección de los medios hegemónicos de comunicación», afirma.

Por tales razones, esgrime, «corresponde la apertura de una pesquisa» sin más dilaciones por discusiones procesales, ya que «conspiraría gravemente contra los principios de celeridad y recta administración de justicia, mucho más aún si, como en el caso, se trata de conductas atribuibles a funcionarios públicos que ejercen importantísimas funciones y que, por lo visto, han sido malversadas ingresando así en el catálogo de delitos calificados como ‘corrupción’».