Una anciana de 79 años relata cómo se ha vivido el terremoto en el hospital de Amatrice

«¡Corred, corred, todos fuera!». Esto es lo primero que escuchó Paola Mancini tras el terremoto. La mujer, de 79 años de edad, estaba ingresada en el hospital Grifoni, en Amatrice, cuando, tras el movimiento sísmico, una enfermera comenzó a gritar avisando a los internos de que abandonaran cuanto antes el centro. «Estábamos dos personas en la habitación de Urgencias. Nos levantamos y empezamos a correr como pudimos. Al instante estamos en el pasillo, donde nos encontramos a un médico que nos tranquiliza como puede», afirma esta anciana.

Paola Mancini ingresó en el centro hospitalario el martes y esta mañana se encontraba en la calle junto al resto de 14 ingresados en el hospital. «Ha sido una sacudida larga y terrible. Hemos tenido miedo, nos hemos quedado paralizados por el terror», continúa. «Ha habido momentos de pánico, pero los enfermeros han sido muy profesionales y nos han ayudado a salir rápido a la calle».

La afectada afirma que una vez en la calle se ha dado cuenta de la gravedad de la catástrofe. «Cuando ha llegado la primera ambulancia, sobre la camilla iba un hombre cubierto de sangre. No lo he reconocido, pero sé que era habitante de la localidad. No paraba de llorar y repetir: «Mi mujer ha muerto, mi mujer ha muerto porque nuestra casa se ha derrumbado».