Internacional

Bruselas propondrá más flexibilidad para adaptar los controles interiores a la amenaza terrorista

La Comisión Europea propondrá este miércoles revisar las reglas del espacio sin fronteras Schengen para flexibilizar las condiciones bajo las que los Estados miembros pueden reintroducir los controles sistemáticos en la frontera interior, con el objetivo de adaptarse mejor a la amenaza terrorista.

Bruselas adelantó a primeros de mes que prepararía una revisión del Código de Fronteras Schengen para «adaptarlo» al nuevo contexto de la amenaza terrorista, después de que Francia y Alemania reclamaran cambios al considerar que los límites actuales no responden a las «necesidades» de seguridad dentro de la UE.

A falta de conocer los plazos y posibilidades que propondrá el comisario de Inmigración, Dimitris Avramopoulos, fuentes comunitarias han explicado a Europa Press que no habrá cambios en cuanto a que los controles internos deberán ser una «medida excepcional» y empleada «como último recurso».

París y Berlín reclaman poder ampliar de dos a cuatro años el periodo máximo para mantener esta vigilancia reforzada, que es posible en la actualidad durante 30 días y por razones de orden pública o seguridad interior.

Este primer plazo puede ser prorrogado durante permisos consecutivos de 30 días hasta sumar un máximo de seis meses y, a partir de ahí, si se dan las condiciones excepcionales de seguridad y previa notificación a Bruselas y visto bueno del resto de socios, el país puede continuar aplicando este método durante periodos de seis meses hasta un máximo de dos años.

Algunos ya aplican controles

Alemania, Austria, Dinamarca, Suecia y Noruega aplican desde hace más de año y medio controles sistemáticos en sus fronteras gracias a varias prórrogas amparadas en la necesidad de gestionar mejor la presión migratoria.

Sin embargo las posibilidades de prórrogas se han agotado y, de acuerdo a las normas existentes, estos países deberán levantar los controles sistemáticos el próximo mes de noviembre.

Gestión migratoria

El comisario Avramopoulos también ha reservado para este miércoles una evaluación de la gestión que ha hecho la Unión Europea de la crisis de los refugiados y un balance de las medidas adoptadas con éxito y de las «lecciones» que aprender y corregir.

En este marco, Bruselas cree que la situación ha cambiado «de la noche al día», porque la crisis migratoria ha quedado atrás y ahora se deben buscar soluciones para una gestión de los flujos migratorios a largo plazo.

Por ello, el Ejecutivo centrará las prioridades en potenciar las vías legales de entrada a la Unión Europea para evitar que los inmigrantes se jueguen la vida en rutas ilegales y peligrosas; potenciar la política de retornos para que los inmigrantes sin estatus de refugiado sepan que serán deportados cuando lleguen a suelo comunitario; y seguir adelante con el programa de acogida de refugiados trasladados directamente desde terceros países.

La Organización de Naciones Unidas ha llamado a la comunidad internacional a comprometerse con las necesidades de los refugiados y acoger a más de 40.000 personas con derecho a protección internacional.

El presidente del Ejecutivo comunitario, Jean-Claude Juncker, ya dijo en su discurso sobre el Estado de la Unión que el bloque respondería a esa llamada, y en ese sentido habrá este miércoles un objetivo concreto.

Los países de la Unión Europea han acogido en su territorio, en el marco del programa voluntario de reinstalación desde Turquía, Jordania y Líbano, a más de 22.000 personas en los últimos dos años. Bruselas pedirá ahora continuar ese impulso con una nueva cifra para los próximos dos años.