¿Cómo se hace?
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Cómo debemos comer correctamente los percebes

Los mariscos gallegos son una referencia ya no sólo dentro del territorio español, sino incluso a nivel internacional. Su calidad, el cuidado con el que se los prepara, y las múltiples recetas en las que se los aprovechan han hecho de este alimento uno de los más demandados, tanto por los propios ciudadanos nacionales como por el viajero. Pero, ¿cómo debemos comer correctamente los percebes?

Entre todas las opciones que existen en este sentido, los percebes gallegos son de las más apreciados. El problema es que se necesita de cierto conocimiento para poder prepararlos de la forma correcta. Aclarado esto, veamos cómo cocinarlos, y de qué forma deberías maridarlos para una cena excepcional.

¿Qué son los percebes?

Para quien no lo sepa, el percebe o Pollicipes pollicipes es un crustáceo que, al crecer, se pega a las rocas para alimentarse a través de un método conocido como «filtración», sin que le haga falta moverse. Está formado por capítulo, o uña, y pedúnculo, que es concretamente la parte que se sujeta a las rocas de donde se lo extrae.

Frecuente tanto en las zonas norte de España y Portugal, como en el sur de Francia, podríamos decir que no hay otro sitio donde sean tan habituales en las mesas como en Galicia, y eso se debe a la salinidad de las costas gallegas, con la temperatura justa para la crianza de los crustáceos, adquiriendo el mejor sabor posible.

Cómo debemos comer correctamente los percebes

No es una tarea sencilla, pero con un poco de práctica vas a poder preparar tus percebes siempre que lo desees. Primero, tienes que tirar de ellos a partir de la uña, en dirección opuesta a ti para no salpicarte con su líquido. Debes separar el pedúnculo, que se come siempre.

La cocción es el modo más típico en el que se cocinan estos crustáceos, y sólo requieres de agua hirviendo, a la que se le añade sal gruesa o agua marina, dejando que hiervan ahí entre medio minuto y un minuto. Recuerda que si te pasas de este tiempo se echarán a perder, así que es mejor que te des prisa en quitarlos.

Otra alternativa es cocinarlos unos pocos minutos a la plancha, con un chorrito de aceite de oliva, o bien hacerlos junto al arroz, en una especie de caldo. Ya más experto en la materia, hay recetas de lasaña, en escabeche, e infinidad de ideas para aprovechar la carne de los percebes, por lo que estarás años sin repetir varias recetas.

A la hora de comerlos, los percebes no se disfrutan tibios, como la mayoría de los mariscos, sino que deben ser consumidos mientras aún están calientes. Se sirven  en una fuente, tapados con un paño para que su temperatura no se pierda mientras los comensales se acomodan en la mesa, listos para degustar el manjar.