Cómo bajar la fiebre en casa

En estos tiempos que corren un leve resfriado puede dar lugar a un poco de fiebre. Antes de asustarnos por este síntoma podemos intentar bajar la fiebre en casa, comprobar la temperatura y asegurarnos de que no hay ninguna dolencia más escondida. Un malestar general con fiebre puede tener múltiples causas, siempre bajo supervisión médica, podemos intentar poner en práctica estos trucos. De no funcionar o ver cómo la fiebre persiste, comunicárselo al médico o acudir a un centro hospitalario será la mejor forma de conseguir acabar con este problema. Si te notas unas décimas de fiebre, toma nota como bajarla en casa con estos pasos.

Pasos para bajar la fiebre en casa

Por encima de los 38º es la temperatura en la que una persona tiene fiebre. Entre los 37 y 38º se considera febrícula y si se llega a los 39º es momento de empezar a aplicar alguno de estos consejos para bajar la fiebre. Este síntoma puede estar asociado a numerosos motivos, no debemos asustarnos, desde los inicios de la humanidad la fiebre ha estado presente. No obstante, debemos estar atentos a cada paso para evitar males mayores. La supervisión médica en temas de salud es esencial.

Los baños de agua tibia son un remedio tradicional para hacer bajar la fiebre. El agua casi todo lo cura, la necesitamos para vivir y también para bajar la fiebre. Unos grados por debajo de la temperatura del cuerpo puede ayudarnos a volver a la normalidad. Es uno de los remedios que a los niños les suele funcionar bastante bien.

Nunca te tapes, sino todo lo contrario. Para bajar la temperatura no debemos taparnos, sino más bien lo contrario. Destapar el cuerpo, quitar la ropa puede ser una manera de hacer descender la temperatura. Justo lo que necesitamos para volver a la normalidad, excepto si hace mucho frío en casa, destaparse es un buen remedio.

Bebe mucho líquido. En procesos febriles el agua es esencial. El elemento que conseguirá que nuestro cuerpo consiga hacer descender la temperatura. Mientras eso no suceda podremos mantener el cuerpo hidratado, algo que es esencial en todo momento, pero especialmente cuando se tiene fiebre.

La medicación debe estar supervisada por un médico. Si un médico vía telefónica o presencial receta un medicamento se deben seguir sus instrucciones al pie de la letra. Los medicamentos se administran con supervisión para evitar cualquier posible efecto secundario. Si la fiebre persiste deberemos consultar de nuevo con el profesional sanitario lo antes posible.