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Cómo arreglar una persiana estropeada

Las persianas son un elemento imprescindible en el hogar

arreglar una persiana estropeada
Las persianas son un elemento imprescindible en el hogar

Las persianas son un elemento muy importante en el hogar ya que son un aislante perfecto tanto del sol como del ruido, con más o menos eficacia según sus características y calidad. Si quieres saber cómo arreglar una persiana estropeada, sigue leyendo y toma nota de diferentes métodos para hacerlo según cuál sea el problema.

Cuando una persiana se atasca puede deberse a diferentes problemas, como se haya desgastado la cuerda o la cinta, se ha estropeado la pestaña o la cinta está atascada, entre otros. Normalmente estos problemas aparecen por el uso prolongado de la persiana, pero por suerte se pueden arreglar sin grandes complicaciones.

Métodos para arreglar una persiana estropeada

Cambiar la cinta o cuerda

  1. Lo primero que tienes que hacer es quitar la tapa del tambor y fijar la cinta con un clavo en la parte de arriba del mecanismo para poder soltar la persiana.
  2. Suelta la cinta por la parte de abajo y saca la persiana por la de arriba, tirando hacia ti.
  3. Asegúrate de que la persiana está bien sujeta y saca la cinta vieja, es muy importante que la persiana esté bien firme para que no haya riesgo de accidente.
  4. Engancha la nueva cinta metiendo las lengüetas metálicas en las ranuras del eje.
  5. Una vez que la tienes bien colocada y asegurada, cierra la tapa del tambor.
  6. Por último, comprueba que la persiana vuelve a funcionar correctamente subiendo y bajando un par de veces.

Cambiar lamas rotas

  1. Si el problema es que una de las lamas se ha roto, es imprescindible que consigas otra que sea exactamente igual, con la misma anchura y fabricada en el mismo material. Normalmente en las tiendas de bricolaje se pueden encontrar de todo tipo.
  2. Una vez que ya tienes las lamas necesarias para reemplazar las rotas, desatornilla la caja de la persiana y sácala por la parte de arriba, con mucho cuidado para no hacerte daño o que se te caiga y se puedan estropear otras lamas.
  3. Coloca la persiana en el suelo, que haya suficiente espacio como para desplegarla por completo.
  4. Ve quitando todas las lamas que están por debajo de la que está rota, hasta que llegues a ella, que también debes sacarla.
  5. Una vez que quitas la lama rota, mete la nueva y vuelve a meter todas las que habías sacado. Asegúrate de que quedan todas rectas, niveladas y bien colocadas, o la persiana podría no funcionar si alguna queda mal.
  6. Recoge la persiana y gira el eje para meterla nuevamente en su carril. Coloca los topes y cierra la caja.
  7. Prueba que la persiana sube y baja y que las lamas están bien.

Desatascar la persiana

  1. En el caso de que la persiana esté atascada y no suba ni baje, ten en cuenta como primer consejo que no es recomendable forzarla, ya que puedes romper la cinta y que el problema sea aún mayor.
  2. Cuando esto sucede lo más probable es que una de las lamas se haya desplazado, por lo que al no estar en su sitio no podrá bajar por las guías y causará un atasco.
  3. Lo único que tienes que hacer en este caso es buscar la lama que está desplazada y encajarla en su sitio.
  4. Una vez colocada, prueba que la persiana vuelve a subir y bajar sin problema.

Pestaña del recogedor estropeada

  1. En el caso de que la avería sea la persiana sube y baja pero no se mantiene fija en ninguna posición, el problema entonces está en que el recogedor está en mal estado, que es el mecanismo para que la persiana se pueda quedar fija. Si esto es así, hay que cambiar ese mecanismo para solucionar el problema.
  2. Abre el recogedor de la pared y verás que dentro hay una pestaña, que probablemente no estará en buen estado y por eso no se queda la persiana fija.
  3. Fíjate en que la cinta esté pasando por una rendija que tiene una pequeña pestaña, y cierra esa pestañita para que quede prácticamente pegada a por donde pasa la cinta.
  4. Cierra nuevamente el recogedor y comprueba que ahora se fija correctamente.

Desatascar la cinta

Uno de los fallos más habituales en las persianas es que la cinta se atasque, lo que suele suceder porque el recogedor se ha oxidado y provoca obstrucciones que impiden el paso de la cinta. Si cuando tiras de la cinta para subir o bajar la persiana notas que te cuesta moverla o que está atascada, abre la cajita y colócala de forma correcta, quitando cualquier resto o elemento que esté ahí pero no sea su sitio.

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