Historia
Descubrimientos arqueológicos

España gana a Alemania: los arqueólogos descubren que el vino más antiguo del mundo es nuestro

  • Manuel Morera
  • Periodista y fundador del pódcast V9, el programa de F1 más escuchado de España. Universidad de Valencia y Radio 3. Anteriormente en ElDesmarque, Levante TV y Las Provincias.

En España siempre hemos destacado por tener el mejor vino del mundo. Ahora, un reciente estudio arqueológico ha demostrado que también tenemos el más antiguo.

Gracias a la enorme historia de nuestro país, todas nuestras ciudades están repletas de tesoros arqueológicos espectaculares, pero en esta ocasión la que ha destacado está en la provincia de Sevilla.

Al parecer, se ha encontrado el vino más antiguo del mundo en estado líquido y tiene más de 2.100 años de historia. Para encontrarlo, los científicos han tenido que investigar la necrópolis de Carmona y, después de muchas pruebas, sus conclusiones son bastante claras.

El vino más antiguo del mundo es español, según los arqueólogos

En 2019 comenzaron a investigar la necrópolis de Carmona, concretamente de la antigua ciudad romana de Carmo. Allí se toparon con un mausoleo familiar, que constaba de ocho nichos funerarios.

Sin embargo, lo más espectacular estaba en una de las tumbas: un vino blanco romano conservado en estado líquido. Después de muchas pruebas, los arqueólogos han podido confirmar la mejor de las noticias: es el más antiguo.

Según la investigación publicada en Journal of Archaeological Science: Reports, este vino blanco está datado hace 2.100 años. Es decir, supera con creces al anterior más antiguo, que habían hallado en Alemania y sólo tenía 1.700 años.

El descubrimiento arqueológico que ha sorprendido a todos en Sevilla

Este descubrimiento ha dejado a todos los investigadores con la boca abierta, ya que en un primer momento no esperaban encontrar nada con un estado de conservación tan bueno.

Esto se debe a que el hallazgo ocurrió en una tumba colectiva del siglo I d. C., situada en la necrópolis occidental de Carmona. En su interior, seis de los ocho nichos contenían urnas con restos incinerados.

En cambio, una de ellas guardaba un elemento que dejó perplejos a los arqueólogos: una urna con más de cinco litros de líquido perfectamente conservado.

Ante la posibilidad de que fuera vino, los investigadores realizaron una serie de análisis químicos avanzados utilizando espectrometría de masas y cromatografía líquida de alta resolución. El resultado fue concluyente: se trataba de vino blanco.

¿Cómo puede conservarse un vino del Imperio Romano en perfecto estado?

La conservación del vino en estado líquido durante más de dos milenios es un misterio que los científicos han tratado de explicar.

Según la investigación dirigida por Daniel Cosano, el secreto está en las avanzadas técnicas de almacenamiento y preservación de los romanos, que lograron evitar la putrefacción del vino.

La técnica más utilizada para prolongar la vida útil de los vinos en la región bética consistía en la adición de yeso. Otras opciones eran al uso de mostos cocidos con grandes cantidades de azúcares para aumentar el contenido de alcohol, lo que dificultaba su descomposición.

Había otra opción muy interesante que consistía en añadir cloruro sódico (sal), ya que actuaba como conservante y estabilizador del vino. Además, es un potenciador del sabor.

De hecho, todos los andaluces están muy familiarizados con estas técnicas. Por ejemplo, los arqueólogos han señalado que los actuales vinos finos de la Denominación de Origen Jerez son probablemente los más parecidos a los que se producían en la Bética romana.