El mejor asado de España se come en este bar de carretera: está a media hora de Madrid

Castilla-La Mancha, con su posición estratégica, es un punto habitual para muchos conductores, aunque no todos conocen los mejores lugares donde parar. En este contexto, algunos restaurantes de carretera se han convertido en verdaderos emblemas. Un claro indicador de un buen bar de carretera son los camiones aparcados fuera, ya que los transportistas suelen elegir aquellos sitios donde se sirve buena comida a precios razonables.

Uno de los restaurantes más destacados es Las Esparteras, situado en el kilómetro 47 de la A-5, cerca de Casarrubios del Monte, en Toledo, a poco más de media hora de Madrid. Este lugar es reconocido por la calidad de los ingredientes que utiliza en su cocina y tiene barra abierta las 24 horas en la que se pueden encontrar bocadillos, raciones o platos combinados. Sin embargo, merece la pena detenerse un poco más para probar sus especialidades: el cordero lechal y el cochinillo, cocinados con esmero en horno de leña, son famosos en la zona.

Las Esparteras, el mejor bar de carretera para comer

«En nuestro establecimiento podrás degustar nuestra carta con productos de la máxima calidad. Contamos con dos grandes comedores donde te sentirás como en casa, con una capacidad para 130 y 110 comensales, respectivamente»

En el kilómetro 47 de la Autovía del Suroeste (A5), se encuentra un oasis culinario que sorprende a los viajeros: Las Esparteras. Este bar de carretera, situado en Casarrubios del Monte (Toledo), es una parada imprescindible para quienes se dirigen hacia Talavera de la Reina, Extremadura o Portugal. En un entorno dominado por estaciones de servicio anodinas y comidas rápidas, Las Esparteras destaca por su oferta gastronómica excepcional, lo que lo convierte en un refugio para los amantes de la buena comida.

Este restaurante, con casi 30 años de historia, ha elevado el concepto de parada en carretera a otro nivel. Su bodega, con más de 1.800 referencias de vinos de renombre mundial, así como su oferta de jamones y destilados de primera calidad, lo han convertido en un lugar único. En Las Esparteras, es posible tanto disfrutar de un sencillo bocadillo de bonito con pimientos, como deleitarse con un asado de cordero o cochinillo cocinados en su tradicional horno de leña.

Carlos Víctor y Raúl Barroso son los responsables de este éxito. Ellos han sabido mantener la esencia del restaurante sin necesidad de cambios radicales en su equipo ni formación en alta cocina. Su enfoque se ha centrado en ofrecer productos de alta calidad y en una cocina honesta que satisface tanto a los que buscan una parada rápida, como a quienes desean disfrutar de una comida más elaborada.

«Los propietarios del área de servicio tenían un restaurante que llegó a manos de unos amigos de mi familia. Ellos se lo vendieron a mi padre y a otros dos socios, y Las Esparteras nació como un restaurante de menú del día y carta que tenía un objetivo sencillo: dar de comer bien. Se nos ha ido un poco de las manos, porque no tenemos formación. Simplemente, tenemos en el restaurante lo que a nosotros nos gusta comer», explica Barroso, según recoge La Vanguardia.

Y añade: «Ha habido momentos claves en el desarrollo del negocio que se deben precisamente a esto, a la visita de algunos clientes que te piden un producto y se lo traes y luego lo encuentran cada vez que pasan por aquí. Hay que saber escuchar a todo el mundo, en lo bueno y en lo malo, incluso en lo que puede que no nos guste: nos viene bien estar con el cuchillo entre los dientes para así intentar cosas que no hemos hecho y mejorar».

El restaurante dispone de tres comedores, una barra y una zona de mesas altas, lo que permite a los clientes elegir entre un ambiente más informal o un espacio para degustar con calma. Además de su bodega climatizada, sorprende la oferta de destilados que se pueden comprar para llevar.

Aunque su carta incluye vinos internacionales, también destaca por su apuesta por los vinos locales y productos de primera calidad. Sin caer en excesos, Las Esparteras sigue siendo un referente durante todo el año, funcionando 24 horas al día, excepto en Navidad y Nochebuena.

 

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Estas son algunas de las opiniones sobre el restaurante en Google Review:

• «Restaurante de carretera con gran afluencia. Algo masificado a veces. Con distintos ambientes tanto en barra como en salones comedores. Comida muy rico, especializado en cochinillo al horno (expuestos para que se vean una vez horneados). Disponen de menú y de carta».
• «Excelente, por algo tienes que esperar cola un lunes de agosto. Amplia zona de aparcamiento, un local con varios salones, asador a la vista y unos cuantos camareros, todos profesionales y amables. La comida excelente, en todas sus versiones, menú o a la carta. Precios más que razonables y atención esmerada».