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'La hora de Castilla y León'

SOS Rural: «El mundo rural está legislado por personas que no han pisado un campo en su vida»

«El mundo rural está legislado por personas que no han pisado un campo en su vida o que no han estado jamas en una explotación agrícola», ha denunciado Natalia Corbalán, portavoz de SOS Rural, en la mesa redonda Medio rural. Trascendencia e importancia del sector agrario en Castilla y León, celebrada en el marco de La hora de Castilla y León en Valladolid, un evento organizado por OKDIARIO.

Destaca, además, Corbalán que SOS Rural nace por «el hartazgo» de los ganaderos, pescadores y agricultores, ante el maltrato al que les someten las Administraciones centrales, regionales y europeas, las cuales a menudo demonizan su actividad enarbolando la bandera de la sostenibilidad.

«Las políticas que llevan a cabo para el sector primario desoyen a los protagonistas de esta actividad». Y no sólo eso, defiende, «también vemos cómo aquellos que no han estado en un campo en su vida son los que deciden qué medicina o qué fitosanitario se puede aplicar a una vaca, por ejemplo, y muchas veces sin criterio científico».

Cree, y así lo ha señalado, que «las políticas de sostenibilidad que están haciendose son gravemente excluyentes, y a los ganaderos o los agricultores no se les puede dejar fuera la sostenibilidad porque ellos son los primeros ecologistas. No se puede dejar fuera de la sostenibilidad a aquellos que protegen el medio rural porque viven de él».

«De seguir así, los alimentos básicos se convertirán en lujo»

Ha advertido Corbalán, además, y de forma férrea, que «de perdurar estas políticas ciegas que castigan de forma irresponsable la actividad económica en el medio rural, los precios de los alimentos seguirán subiendo sin control». Es más, detalla, que si todo sigue en esta senda, «muchos de ellos no podrán ser adquiridos por la mayoría de los españoles porque se convertirán en artículos de lujo. Estamos hablando del pollo, la fruta y las hortalizas, hasta hace bien poco, alimentos de gran calidad y asequibles para todos, pero que en este momento ya se están situando en precios preocupantes».

Tilda de hecho «inaudito» que en un país como España, «muchas personas no puedan comprar toda la fruta y carne fresca que necesiten para su dieta porque el bolsillo no les da, en un país en el que hasta hace no mucho teníamos en los lineales de los supermercados los mejores productos del mundo a precios asequibles». Se pregunta qué está pasando en este país y cuál es la razón por la que «externalizamos nuestra producción a países como Marruecos», por ejemplo, y prosigue: «¿Qué intereses hay detrás de todo esto? ¿Cómo y por qué nuestra gente malvende tierras fértiles a fondos extranjeros para llenar nuestros campos de cristal y hierro?». 

«Hay que proteger la estructura base del sector agrario»

Sobre este aspecto de los precios, Pedro Medina, viceconsejero de Política Agraria, Comunitaria y Desarrollo Rural de Castilla y León, ha discrepado con las palabras de SOS Rural porque «los alimentos tienen que valer lo que de verdad tienen que valer, cuidado con este error. La población se tiene que acostumbrar a que los precios tienen una tendencia alcista. Maltrato o no maltrato, políticas o no políticas, pero el consumidor tiene que acostumbrarse a pagar lo que realmente vale la leche o el pollo». Cree, y así lo expone, que «hasta ahora el consumidor ahorraba en la cesta de la compra. Han tenido alimentos en cantidad suficiente y muy baratos. No es un problema que el pollo ahora suba, esto puede crear un conflicto social».

Señala Medina que «el sector agrario en Castilla y León es la clave del mundo rural, es una región extensa y diversa, y este sector es muy potente, sin éste no hay agroindustria y tampoco hay gastronomía. Esto es una cadena, por tanto, hay que proteger la estructura base del sector agrario».

Y añade: «¿Puedo dar por buenas las políticas actuales? Creo que el rumbo de Europa en la política agraria es absurdo. Hoy se ha anunciado la ley de restauración de la naturaleza, de la que hace gala Teresa Ribero, es una plaga para el campo. Lo que hace es que hay que recuperar más tierra no productiva, y eso no es un problema, lo que hace esta ley es impedir a los agricultores a que usen fitosanitarios, por ejemplo, y la red en España es muy amplia».

Y, destaca, que «una de las dudas de esta ley es de dónde va a salir el dinero, ¿de los agricultores y los ganaderos? ¿De la PAC? ¿De dónde? Y es que podemos hablar de buenas políticas o malas, pero es que el pollo sigue subiendo y los ganaderos no están mejor, están peor. Por tanto, no están funcionando y hay que cambiarlas, volver a un modelo que apueste por la producción y la rentabilidad de las explotaciones. Es la base, si no es así, no hay mundo rural».

Implicar a toda la sociedad

Ante todo ello, y de acuerdo con Corbalán, desde SOS Rural quieren implicar a toda la sociedad en los problemas que vive el mundo rural, sobre todo porque es la primera afectada, a tenor de los precios de la cesta de la compra. «Tenemos que poner remedio a una situación inédita en España y estamos llevando a cabo diferentes acciones, hemos puesto en marcha una Iniciativa Legislativa Popular (ILP). Es decir, un proyecto de ley que necesita medio millón de firmas para su aprobación, que pretende, entre otras cuestiones, blindar por ley la superficie de agricultura de regadío en España, a fin de sostener la producción de alimentos para garantizar la soberanía alimentaria de nuestro país. La ILP también contempla poner en marcha de una vez por todas medidas que faciliten la actividad económica en la España rural: digitalización, política hídrica actualizada, incentivos fiscales y laborales, etc.».

«¿Por qué externalizamos nuestra producción a Marruecos?»

Corbalán explica que SOS Rural es «un movimiento joven, nacido este mismo año, que reúne ya a cientos de organizaciones de toda España y que pretende agrupar a todo el mundo sin exclusiones. Apartidista, que no apolítico, tiene intención de influir en política para implementar soluciones al grave problema de futuro que enfrenta España: la despoblación, el abandono del campo y la consecuente escasez de alimentos con precios inalcanzables». 

Seáña que ​SOS Rural emerge como «un catalizador para la unificación y empoderamiento del mundo rural, una fuerza decisiva para contrarrestar las políticas europeas y nacionales que, durante años, han marginado nuestros campos y llevado a nuestra agricultura a una situación crítica. Nuestra misión es restaurar el vigor y la sostenibilidad de la vida rural española, defendiendo con tenacidad la herencia y los intereses de nuestras comunidades frente a las tendencias que amenazan su existencia».

Esta batalla, asegura la portavoz de SOS Rural, parte de una premisa falsa que determinados lobbies «están imponiendo: el falso e interesado relato que han comprado algunos urbanitas de que la actividad rural degrada el medio ambiente, cuando es exactamente lo contrario, abriendo un cisma absurdo entre mundo rural y la ciudad, dividiendo una vez más a los españoles sobre un planteamiento radicalmente falso».

«Queremos que al sector primario no se le vea como una actividad que lleva a cabo atentados contra el medio ambiente. Eso no puede ser así, no podemos permitir lo que se ha generado en el marco mental de la sociedad. En Murcia los agricultores tienen la sensación de que se ve como una actividad contaminante y a extinguir, y que hay que cambiarlo todo a otro modelo productivo basado, por ejemplo, en plantas fotovoltaicas y solares. Y nosotros a eso nos negamos», señala contundente.

Destaca que no están en contra de las nuevas energías, pero cree que «hay que hacerlo en tierras no productivas o de baldío, España es muy grande, y esto se está permitiendo en muchas regiones, por lo que nosotros estamos dando la voz de alerta».

Sostiene, además, que la agricultura y la ganadería son «actividades sostenibles y fundamentales para la economía del país». Sin embargo, apunta, «vemos como la política, la UE, los parlamentos autonómicos, nuestro parlamento en Murcia está poniendo trabas a estos agricultores para que puedan continuar su actividad. Tenemos que parar eso, queremos que se proteja de manera nacional la actividad primaria». 

«El sector primario emplea a 2,5 millones de personas»

Expone que el sector primario «somos la base de todo, la primera pieza. Si Castilla y León es una potencia en turismo y en gastronomía es porque hay alguien detrás. La producción de vinos y quesos, por ejemplo, viene de algún sitio». El mundo rural en cifras, subraya Corbalán, son muy potentes: «Empleamos a alrededor de 2,5 millones de personas, el 85% de la actividad y nueve millones de ciudadanos se dedican a este sector. Por tanto, excluirlos de cualquier política es como un tiro en el pie o en la cabeza».

Por su parte, Roberto López, presidente de la asociación Agromuralla, una activa organización ganadera de Galicia, ha explicado que «tras muchos años de políticas erráticas desde la UE, y también desde el Gobierno de España, que han obligado a los ganaderos a cerrar millares de explotaciones, ahora nos encontramos con que el precio del litro de la leche en los supermercados se ha disparado, como también la ha hecho el precio de la carne».

«Los precios se disparan y el Gobierno mira a otro lado»

Y añade que esto es debido, entre otros aspectos, a los problemas de los agricultores, así como a las presiones que «hemos sufrido los ganaderos en estos últimos treinta años, lo cual nos han incrementado de forma brutal los costes de producción, hay menos explotaciones y todo este problema, hasta ahora percibido como únicamente del mundo rural, se ha trasladado a la ciudad. Al consumidor se le dispara el precio de la cesta de la compra y cada vez cuesta más llegar a fin de mes».

Y esto, añade, «es responsabilidad no sólo de la burocracia que se nos ha venido encima desde Europa, sino de la de nuestros Gobiernos que, siempre han mirado hacia otro lado y han dejado que nos cuelen todos los goles por la escuadra».

López ha insistido en esta línea y ha explicado que quienes pagan las consecuencias de los problemas del sector primario «son los consumidores» porque «ya veremos si puede permitirse el lujo de comprar los alimentos que necesita cuando vaya a la compra porque los precios están disparados y la tendencia no va a cambiar: cuantos menos agricultores y ganaderos quedemos, más se dispararán los precios».

Y concluye López: «En las últimas tres décadas, la ganadería española ha enfrentado retos significativos, marcados por el incremento de costes administrativos y una feroz competencia global. Es crucial adoptar medidas que fortalezcan la viabilidad económica del sector y preserven nuestra herencia ganadera para futuras generaciones».

Por último, y cerrando, interviene Pedro Fernández, portavoz de AgroIngenieros, asociación profesional de la Región de Murcia integrada en SOS Rural, ha agradecido la contundencia de las palabras y el mensaje de Medina, representante institucional de Castilla y León. «Ojalá fuera así en el resto de las regiones, pero a base de gotas podemos hacer un océano», apunta.

«En comunicación el sector

Fernández cree que en comunicación «el sector primario ha sacado un cero, suspendemos, lo hacemos fatal», y prosigue detallando que «como no hacemos bien la comunicación, hay gente que sí que la hace por nosotros. ¿Y cómo la hacen? Con imágenes y con informaciones torticeras. Este es el sector ecologista, imprescindible en un Estado de Derecho como el nuestro, pero que mal gestionado se convierte en un problema».

Y pone de ejemplo Fernández un titular: «El 70% de las aguas subterráneas de Castilla y León están contaminadas». Cree, y lo expone, que «esto es inaceptable, pretenden que el relato se coma al dato. Y el relato es que se asocie nitrato a actividad primaria, y desde Bruselas no pagan a agricultores y ganaderos para que se vayan, sino que lo que hacen es llevar a cabo un método más sencillo: usar la legislación para expulsarlos del sistema. Es decir», aclara, «si pongo unas medidas imposibles de cumplir, lo que hacen es expropiar el uso. Y así es como funciona: tú te vas y no te pago».

«¿Y nosotros qué hacemos desde las asociaciones del sector primario? Lo que mejor se nos da: nada. Si no hacemos nada, luego no nos asustemos. En Murcia querían que los agricultores aguantaran la vela del desastre del Mar Menor. Asociar la idea de la agricultura con las aguas subterráneas, y a los ingenieros nos gustan los datos y no la opiniones, y en Mar Menor la presencia es cero, y el cero no se puede interpretar. El relato se come al dato», añade.