Los jugadores de Ucrania debutaron en la Eurocopa 2024 rindiendo un sentido homenaje a su país. Los 11 futbolistas elegidos por el seleccionador Serhiy Rebrov para el partido ante Rumanía saltaron al césped para escuchar el himno con una bandera de su país atada al cuello. Un gesto reivindicativo, en medio de la guerra que mantienen contra Rusia desde hace dos años y medio, con el que buscaban de nuevo acaparar la atención internacional y hacer que el conflicto no caiga en el olvido.

Uno a uno salieron al terreno de juego con la bandera. Los once titulares elegidos por Rebrov aparecieron ataviados con la bandera de su país atada al cuello para escuchar los acordes del himno de su país, Ucrania aún no ha muerto. Eran Lunin, Konoplia, Zabarnyi, Matviyenko, Zinchenko, Shaparenko, Stepanenko, Tsygankov, Sudakov, Mudryk y Dovbyk.

La selección ucraniana debutaba en la Eurocopa en el renombrado para la ocasión Fussball Arena de Múnich. Se medían en la primera jornada del grupo E a Rumanía, en un duelo en el que aparecían como teóricos favoritos, gracias a contar con, especialmente, con Lunin y Dovbyk, pero en el que fueron arrollados por una sorprendente selección rumana.

La Federación Ucraniana de Fútbol, que dirige el legendario Andriy Shevchenko, recordó esta misma semana los desastres que está causando la guerra contra Rusia en ciudades de las que proceden sus jugadores. En él, aparecen Shaparenko, Talovierov o Trubin narrando lo sucedido en su tierra natal. Ente los mensajes que se escuchaban en el vídeo aparece uno en el que señalan que «a nuestras ciudades de origen les encantaría albergar la Eurocopa» aunque «en este momento, no están luchando por un torneo, sino por su libertad».

Ucrania pierde en su debut en la Eurocopa

La selección de Ucrania se las prometía felices en su debut, puesto que llegaban como una de las candidatas a dar la sorpresa en esta Eurocopa, pero se vieron sorprendida por Rumanía. Por 3-0 cayeron los de Rebrov en su primer partido de la fase de grupos, lo que les complica en exceso sus opciones para alcanzar los octavos de final, puesto que en caso de ser tercero, parten ya con un mal gol average.

En el minuto 29, Lunin erró en salida de balón, que acabó en la frontal del área en las botas de Stanciu. El capitán rumano controló y envió un derechazo potentísimo a la escuadra para que el portero del Real Madrid no pudiera hacer nada. El meta sabía que había fallado, pero sus compañeros trataban de animarle para que no decayera su ánimo. Todavía quedaba una hora de juego por delante, pero el error había sido grave, para qué mentir.

La segunda mitad hacía presagiar a una Ucrania más valiente y más ordenada con el objetivo de remontar el partido. Pero más allá de la realidad, Rumanía le dio un golpe definitivo que dejó ‘KO’ a los ucranianos. En cuatro minutos, los rumanos anotaron dos goles para dejar un más que sorprendente 3-0. En un visto y no visto, en el 53′ y en el 57′, el partido quedó visto para sentencia.