Los vecinos de la urbanización de Carabanchel que malviven con okupas: «Los españoles somos gilipollas»

La mafia organizada de okupas se hace cada vez más fuerte en el moderno complejo residencial de Carabanchel convirtiendo viviendas diseñadas para familias trabajadoras en un foco de suciedad, caos y violencia. «Esto es una mafia», denuncia tajantemente una de las vecinas legítimas del edificio, donde 28 viviendas han sido ocupadas ilegalmente en una operación que, según los testimonios recogidos por OKDIARIO, dista mucho de ser espontánea. El complejo, que cuenta con lujosas instalaciones como gimnasio, sala de yoga y espacios de coworking, se ha convertido en el objetivo perfecto para los okupas, que disfrutan gratuitamente de servicios por los que otros vecinos pagan hasta 1.300 euros mensuales.

Las escenas de caos se han vuelto cotidianas en este oasis residencial convertido en pesadilla: «Se lían unos jaleos los sábados y los domingos…, se pelean hasta entre ellos», relata otro vecino. La situación ha alcanzado niveles surrealistas, con personas «cocinando en los pasillos del portal» y conexiones ilegales a la red eléctrica. El efecto llamada es devastador.

«Por las noches pasan coches preguntando cómo se puede ocupar», revela un residente, evidenciando que el problema, lejos de solucionarse, amenaza con expandirse. La policía, aunque presente, parece impotente ante una situación que se eterniza: de las 28 viviendas okupadas, solo dos han sido desalojadas.

«Cuando nos dan duros a peseta… es que los españoles somos gilipollas», lamenta una vecina, refiriéndose a la pasividad de las autoridades. Mientras tanto, el barrio, antiguamente «súper tranquilo», se deteriora día a día ante la mirada impotente de sus residentes legítimos.

La ironía alcanza su punto álgido cuando los okupas disfrutan de instalaciones premium sin pagar un céntimo: «Tienes hasta gimnasio, yoga, tienes de todo… hasta coworking», describe un vecino, evidenciando el contraste entre quienes pagan religiosamente sus cuotas y quienes disfrutan de todo gratuitamente.

El reportaje de OKDIARIO destapa una realidad que las autoridades parecen empeñadas en ignorar: la ocupación ilegal no solo persiste, sino que se ha convertido en un lucrativo negocio que amenaza con destruir la convivencia en uno de los barrios más emblemáticos de Madrid. Mientras tanto, el tiempo pasa y los vecinos legítimos se preguntan hasta cuándo tendrán que soportar esta situación de impunidad.