España

Un colegio de Valencia se niega a dar a los padres información en castellano

  • Luz Sela
  • Periodista política. En OKDIARIO desde 2016. Cubriendo la información del Congreso de los Diputados. Licenciada en Periodismo por la Universidad de Santiago de Compostela. Antes, en COPE, ABC Punto Radio y Libertad Digital.

La inmersión lingüística en la Comunidad valenciana llega a límites extremos, como se demuestra a través de numerosas quejas de los propios padres. Es el caso del colegio público Juan XXIII de Gandía (Valencia), que se niega a remitir a los progenitores de dos niños de Primaria la documentación del centro en castellano, pese a que así se lo han reclamado en una queja formal a la dirección.

El caso, que ha podido conocer OKDIARIO, se refiere, en concreto, a la solicitud de los padres de dos alumnos de 2º y 3º de primaria en este colegio para que la «documentación de la clase, secretaría o dirección» les fuese entregada en castellano, ya que se encontraba «única y exclusivamente en valenciano». Los padres elevaron una queja a la dirección del colegio, que les fue rechazada.

«Tanto las comunicaciones a las familias de carácter informativo como en las reuniones a familias de carácter oral, la lengua utilizada será el valenciano, salvo en casos puntuales», alega la dirección, en una carta a la que ha tenido acceso este diario. Y añade: «No es necesario recordarle la gran importancia que supone para la educación de sus hijos y de los alumnos en general la existencia de un clima de confianza entre familia y Centro como corresponsables de la misma, clima que desde la dirección del centro les invitamos a mantener y ampliar».

Los casos de imposición de lengua —valenciano o catalán— se multiplican en esta comunidad. Hace unos días, este periódico reveló también cómo en varios centros escolares de las comarcas de Medio Vinalopó o el Bajo Segura, también en Alicante, se dan indicaciones a los menores, a través del propio material escolar, para que hablen catalán.

En una agenda, distribuida en los centros, se insta a los alumnos a que lo practiquen en el patio de recreo para que otros amigos «que no lo hablan, puedan aprender» o a que sintonicen la televisión en catalán.

El decálogo para el fomento del catalán incluye más recomendaciones, como que se eviten los ‘castellanismos’ o que se utilice el catalán en las redes sociales. También recientemente, los padres de alumnos valencianos denunciaron que estaban obligados a subvencionar indirectamente a través del material escolar a la asociación Escola Valenciana, activa defensora del proceso independentista en Cataluña y subvencionada además por la Generalitat catalana.