España
25 ANIVERSARIO DE MIGUEL ÁNGEL BLANCO

Totorika: «El final de ETA no está resuelto porque hay quien defiende que los presos son héroes»

El que fuera alcalde de Ermua cuando secuestraron a Miguel Ángel Blanco, el socialista Carlos Totorika, evoca para OKDIARIO aquellos días de julio de 1997 en los que todo el pueblo -y toda España- se movilizó para exigir a ETA la liberación del concejal popular y afirma que el final de la banda terrorista «no está resuelto» porque aún queda gente que considera a los asesinos presos como unos «héroes».

«La derrota de ETA tiene que producirse también desde el convencimiento a las siguientes generaciones, desde la crítica histórica de que asesinar es injusto, es un ataque inaceptable, es inadmisible como herramienta política. Y todo eso se tiene que ir construyendo poco a poco», esgrime el ex alcalde en declaraciones a este periódico.

Totorika asegura que tuvo claro desde el principio, al igual que el Gobierno liderado por José María Aznar, que «ante los terroristas no debemos ceder». El ex alcalde esgrime que el Estado de Derecho se tiene que mover por el «interés público» y que «frente al terrorismo lo que hay que hacer es enfrentarse a él en vez de ceder desde el punto de vista político, desde el punto de vista discursivo».

«A los terroristas hay que decirles que no les vamos a tolerar. En la sociedad hay que ilegalizar, como se hizo con Herri Batasuna para que no pudieran jugar al doble juego de ahora estoy con los terroristas, ahora estoy en las instituciones. Hay que enfrentarse abiertamente y desde el punto de vista ético y del discurso y desde el punto de vista de trasladarles que los derechos humanos se tienen que respetar. El derecho a la vida, a la libertad de las personas y que, por lo tanto, no vamos a ceder al chantaje», ahonda.

Totorika recuerda el momento en el que tuvo que ayudar a que los ciudadanos no incendiaran, movidos por la rabia contra la sinrazón terrorista, una sede de Herri Batasuna en el pueblo.

«Era muy comprensible por la rabia, por el disgusto y por la angustia que teníamos todos de que hubiera personas que quemaran la sede de Herri Batasuna», indica. Pero, aclara:»Yo tenía muy claro que nosotros éramos distintos a la gente de Batasuna, que nosotros no podíamos permitir la violencia en ningún caso, de ninguna forma, porque entonces no se puede construir la pluralidad».

«Vivimos en una sociedad plural que requiere que nadie utilice la violencia. Por eso a mí la verdad es que no tuve que pensarlo ni dos segundos para tener claro que mi papel de transmitir hacia la sociedad tenía que ser de que eso no lo podemos hacer nosotros. Por eso fui a apagar con un extintor, acompañado de los policías, la sede de HB», explica Carlos Totorika.