Torra a su núcleo duro: “La inhabilitación ni me preocupa ni me afectaría”

A Quim Torra, una eventual inhabilitación por desobediencia en aplicación del artículo 410 del código penal, en caso de no retirar los lazos amarillos que cuelgan de los edificios de la Generalitat, no le importa demasiado. Según ha podido saber OKDIARIO, Torra ha reconocido a sus colaboradores más cercanos que “la inhabilitación ni me preocupa ni me afectaría”, debido a la lentitud de este proceso.

Torra y Carles Puigdemont piensan desde hace semanas en la necesidad de adelantar elecciones en Cataluña para el próximo otoño, algo en lo que influirán los resultados de las elecciones generales, municipales y europeas de abril y mayo, y que de ir bien para los intereses de Junts per Catalunya, llevarían a Quim Torra a disolver el Parlament antes de acabar el verano para celebrar elecciones a la vuelta de las vacaciones a la par que el Tribunal Supremo haga pública la sentencia por el juicio del 1-O.

Ese escenario facilitaría a Torra desobedecer y no quedar mal con su electorado, ya que en caso de nuevas elecciones, él tiene decidido que no se va a volver a presentar. De hecho, avanzar los comicios a septiembre u octubre perseguiría también la posibilidad de que Puigdemont encabezara la candidatura de Junts per Catalunya, algo que no podrá hacer después de febrero, cuando caduca su documento nacional de identidad, que debería renovar en la embajada española en Bélgica con la posibilidad de ser detenido.

La exposición de los símbolos independentistas en los edificios públicos ha provocado hoy una fuerte tensión en el Govern y pese a que Torra ha dado libertad a sus consejeros para retirar los lazos y la estelada o mantenerlos, la petición del informe con carácter vinculante al ‘Síndic de Greuges’ ha hecho que durante estas primeras horas tras vencer el plazo no se hayan visto en público grandes discrepancias.