Sánchez urge a la ministra de Transportes a desactivar la huelga en 48 horas
Quiere que a su regreso a España, previsto como muy tarde para el sábado por la mañana, Gobierno y patronal hayan alcanzado un acuerdo
Sánchez se inventa otra excusa para no frenar la subida de la luz y la gasolina: el volcán de La Palma
Transportistas andaluces de viajeros por carretera estudian sumarse al paro tras pérdidas «inasumibles»
A su regreso a España, previsto a muy tardar para el sábado por la mañana, Pedro Sánchez quiere que la huelga de los transportistas esté desactivada. Los próximos dos días el jefe del Ejecutivo tiene una intensa agenda en Bruselas y por eso ha ordenado a la ministra de Transportes, Agenda Urbana y Movilidad Raquel Sánchez Jiménez, acelerar las negociaciones para alcanzar un acuerdo lo más pronto posible. «Ya es tarde» avisan en Moncloa. La preocupación crece a diario y el presidente no quiere sobresaltos. Más aún cuando amenazan con rodear Moncloa.
La información de la que dispone el jefe del Gobierno es que el país puede empezar a paralizarse a partir del viernes. Y que a lo largo del fin de semana el desabastecimiento de supermercados, bares y restaurantes puede empezarse a notar de forma significativa. Eso, aseguran en su entorno, «no nos lo podemos permitir». Con varias protestas organizadas para el fin de semana, Sánchez urge una solución que permita desactivar todo el enfado que hay en la calle.
De momento los planes de Moncloa, pase lo que pase estos próximos dos días en la capital comunitaria, pasan por no avanzar hasta el 29 de marzo las medidas para abaratar los costes de la energía y los suministros. De hecho el día anterior Pedro Sánchez participará en un desayuno informativo -algo poco habitual en él- en el que empezará a desgranar alguna de las acciones que el día siguiente se aprobarán en Consejo de Ministros.
Pero si este viernes no hay acuerdo entre el ministerio de Transportes, la patronal del sector y los convocantes de la huelga, todo eso se podría precipitar. De regreso a España el presidente sabrá con qué cartas puede jugar, ya que el Consejo Europeo habrá tomado sus propias decisiones que, por ahora, parecen ir en la línea de que cada Estado miembro decida sus propias acciones. Algo que no convence demasiado a Sánchez que esperaba una solución por parte de Europa. Cabe recordar que la mayoría de países ya han actuado.
Con esa pantalla superada, pues, a partir del mismo sábado el Ejecutivo podría empezar a dar luz verde a las medidas que abaraten la luz, el gas y la gasolina. El mismo presidente, el pasado viernes desde Roma (Italia), aseveró que «vamos tarde, no podemos esperar ni un día más». Si no hay acuerdo con los transportistas en menos de 48 horas tal como ha exigido a Sánchez Jiménez, lo que obligaría a adoptar decisiones que garanticen el reparto de suministros básicos, el Gobierno podría avanzar sus medidas al fin de semana.
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