Desfile 12-O

Sánchez retrasó su llegada al desfile para que los abucheos se solapasen con los aplausos al Rey

Su falta de puntualidad provocó gran confusión entre el público, que pensó que se abucheaba al Rey y no se sumó a los pitidos

"¿Por qué abuchean al Rey?" se preguntaban entre el público de la Castellana.

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Pelayo Barro

Moncloa conocía de antemano el escenario hostil que iba a encontrarse el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, durante el desfile del 12 de octubre, la Fiesta Nacional. El líder socialista, para minimizar el impacto mediático de la pitada y los abucheos, retrasó 18 minutos su llegada a la zona de autoridades para solaparse al recibimiento al Rey, provocando que los silbidos se entremezclasen con los vítores y aplausos a Felipe VI.

Una oportuna falta de puntualidad ha permitido a Sánchez capear relativamente el aluvión de abucheos que le dedica el público en cada 12 de octubre desde que es presidente. Esta era su cuarta edición y, como era de esperar, la pitada fue monumental. Moncloa, sin embargo, y teniendo en cuenta recientes abucheos como los que le dedicaron en Córdoba al ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, jugó con los tiempos para generar desconcierto entre el público.

Falsa llegada

La confusión comenzó en los minutos previos a la llegada de Sánchez. A eso de las 10:15, cuando estaba prevista la llegada del presidente, un vehículo oficial llegó hasta la zona de autoridades. TVE lo anunció como la llegada de Sánchez. Arreciaron los silbidos entre el público. La gran mayoría del público concentrado a más de un centenar de metros de distancia de la tribuna, al escuchar el alboroto, dio por sentado que la pitada al presidente ya había ocurrido. Pero no era Sánchez.

El protocolo del acto, según ha confirmado OKDIARIO, establecía que el presidente debería llegar a la Plaza de Lima con un cuarto de hora de antelación al Rey para poder saludar a sus ministros y al resto de autoridades. Sin embargo, la comitiva presidencial no alcanzó la Castellana hasta pasadas las 10:30. Concretamente, a las 10:33 se bajó de su vehículo oficial, provocando una sonora pitada entre un público asistente desconcertado que creía que Sánchez ya estaba desde hacía minutos en el lugar.

«¿Por qué abuchean al Rey?»

Esos 18 minutos de retraso provocaron que el presidente llegase a la Plaza de Lima justo en el momento en que la comitiva de la Casa Real, con el Rey, la Reina y la Infanta Sofía, atravesaban la Castellana en sentido norte-sur rumbo a la tribuna. Desde la llegada del presidente a la del Rey pasó apenas un minuto.

De esa manera, los silbidos y abucheos a Sánchez se solaparon con los vítores y aplausos al Rey, provocando mayor confusión entre el público. Algunos asistentes se preguntaban «¿por qué abuchean al Rey?», mientras el Rolls Royce de la Casa Real, flanqueado por un Escuadrón de la Guardia Real a caballo, enfilaba los últimos metros hacia la Plaza de Lima.

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