Sánchez ordena cerrar el pacto de Presupuestos con el PNV a cambio de acelerar el AVE al País Vasco

Regresado de Egipto, donde se encontraba de viaje oficial, Pedro Sánchez quiere firmar con el PNV su apoyo a los Presupuestos. Desde El Cairo dio órdenes a su equipo, capitaneados por los ministros de la Presidencia y Hacienda, Félix Bolaños y María Jesús Montero, de cerrar con carácter de urgencia el pacto con los nacionalistas vascos. Y hubo contactos al máximo nivel para un acuerdo al precio que sea. Pero con la misma rapidez que los de Andoni Ortuzar quieren que el AVE llegue al País Vasco. La inversión en el tren de alta velocidad es lo que encalla ahora mismo la firma que el mismo Bolaños y Ortuzar trataron ayer.

La amenaza de ERC de bloquear las cuentas en el Senado, movimiento que contaría con el apoyo de JxCAT y EH Bildu, para forzar a Moncloa a obligar a Netflix a traducir sus películas en catalán, ha puesto de relieve que de la noche a la mañana el Ejecutivo se puede quedar sin los apoyos necesarios para aprobar la ley más importante de cualquier gobierno. A día de hoy, el Gobierno suma 182 síes con los de ERC y Bildu, con los seis del PNV en el aire. Pero si los separatistas catalanes se echan atrás se quedarían con 169. Y con 164 si al rechazo se suman los proetarras. En el primer caso, lo salvarían con los votos de Ortuzar, en el segundo ni con el apoyo de los nacionalistas vascos lograría el Gobierno aprobar los Presupuestos.

Aunque el PSOE da por hecho que el PNV -con quien comparten gobierno autonómico- apoyará las cuentas, desde hace ya una semana Sabin Etxea recuerda que «no hay nada cerrado». Lo han dicho en privado y en público. El portavoz parlamentario, Aitor Esteban, se ha encargado de hacer ver que sin las dos firmas estampadas en un documento, como siempre han hecho en una puesta en escena que evidencia la seriedad de los nacionalistas vascos, su voto a favor no está garantizado. Y aunque no esperaban el escenario actual por culpa de la Ley General del Audiovisual, es lo que esperaban. Les va como anillo al dedo. Con los socialistas entregados al separatismo ellos han dejado de jugar el papel clave que jugaban hasta hace poco. Pero el enfado de ERC les vuelve a situar en el centro del tablero.

Conscientes de que vuelven a ser importantes para Sánchez, aunque sea para garantizar cierta tranquilidad mientras Bolaños reconduce la situación con ERC, aprovecharán las próximas horas para exprimir al máximo al jefe del Ejecutivo. Fuentes peneuvistas están convencidos de que «ahora podremos lograr acelerar la llegada del AVE», tras haber conseguido la gestión del Impuesto Mínimo Vital y de varios impuestos que supondrán una recaudación extra de 200 millones de euros. Con ese tono de a quien no le gustan las medias verdades, fuentes cercanas a Ortuzar manifiestan que «no estamos chantajeando a nadie, estamos reclamando lo que nos toca».