España
Congreso de los Diputados

Sánchez justifica sus pactos con Bildu para «evitar la pérdida de cultura cívica»

  • Luz Sela
  • Periodista política. En OKDIARIO desde 2016. Cubriendo la información del Congreso de los Diputados. Licenciada en Periodismo por la Universidad de Santiago de Compostela. Antes, en COPE, ABC Punto Radio y Libertad Digital.

Pedro Sánchez da nuevos pasos para legitimar sus pactos con Bildu. La formación de Arnaldo Otegi, con cinco diputados, se ha convertido en aliado preferente para que el presidente socialista pueda sostenerse en La Moncloa. Los pactos han sido criticados por la oposición, ante la indiferencia del jefe del Ejecutivo. Ahora, el Partido Socialista intenta que el Congreso de los Diputados avale estas negociaciones dentro del marco de la «cultura del diálogo» que, en su opinión, es necesaria para «evitar que la democracia se vea desbordada por la pérdida de cultura cívica y la práctica de la antipolítica».

Así se recoge en una proposición no de ley que ha sido registrada por el PSOE en el Congreso, a la que ha tenido acceso OKDIARIO. En la iniciativa, el partido de Pedro Sánchez defiende los pactos «entre diferentes», lo que incluye «al conjunto de fuerzas política democráticas».  Y, por tanto, aunque sin mencionarlo, también a Bildu.

«EI Congreso insta al conjunto de fuerzas políticas democráticas a perseverar en la defensa de la cultura del diálogo, negociación y pacto entre diferentes, así como del buen gobierno apoyado en la aplicación de valores democráticos como la lealtad al interés general del país y su ciudadanía, la voluntad de entendimiento y consenso social, la búsqueda de la convivencia cívica, la honestidad y la transparencia», rezan los socialistas en su iniciativa, a la que ha tenido acceso OKDIARIO.

Según el partido de Sánchez, «las respuestas políticas precisas y la mejor defensa de los intereses generales de España y de la ciudadanía precisan, en este escenario, una predisposición al diálogo, a la búsqueda de consenso y a los pactos por parte de la pluralidad de fuerzas políticas democráticas, de Gobierno y de oposición».

«Una apuesta explícita por el pacto», prosiguen, «realizada con voluntad de pedagogía pública, ya que también han de contribuir las fuerzas económicas, sociales, los intelectuales y los medios de comunicación».

El PSOE ha venido defendiendo los pactos con Bildu, pese a las críticas, llegando incluso a asegurar que «no hay ningún terrorista en el Congreso de los Diputados ni en el Senado», como afirmó la presidenta del partido, Cristina Narbona, en relación a la aprobación de los Presupuestos Generales.

En más de una ocasión, en distintos miembros del Gobierno, se ha insistido en que la vocación es negociar «con todas las fuerzas con representación parlamentaria», lo que incluye también a la de Arnaldo Otegi, pese a que la formación nunca ha condenado la violencia terrorista. Recientemente, cabe recordar, se conoció que el último responsable de ETA, David Pla, -el encapuchado que leyó el último comunicado de la banda terrorista en 2011- se ha integrado en la nueva dirección de Sortu, formación integrada en Bildu. Según Otegi, se trata de un gesto para «no olvidar el pasado».

Según el PSOE, España se encuentra en «una encrucijada». «Vivimos un tiempo de crisis de la política, de retos colectivos e incertidumbres que provocan inseguridad». Por ello, consideran que «acertar en las soluciones democráticas exige actuar con lealtad al interés general de la población y un esfuerzo colectivo en favor del diálogo, el entendimiento y la generosidad intelectual».

En este contexto, los socialistas defienden que «es preciso consensuar respuestas» ante «los graves efectos» del Covid-19, la gestión de los fondos europeos, la transición ecológica y energética o los procesos de transformación de la economía.

«Además de estos trascendentales retos, existen otras cuestiones pendientes, como la reforma de la Constitución y la reforma del Reglamento del Congreso. Sin olvidar el desbloqueo de la renovación del CGPJ», señalan en alusión a las negociaciones encalladas con el Partido Popular por la negativa de Sánchez a aceptar el modelo de despolitización de la Justicia. Cuestiones, critica el PSOE, que «no encuentran una salida. Es más, casi nadie se atreve a dar un primer paso porque no se aprecian condiciones para avanzar ni se da el clima apropiado para el diálogo».

«La realidad es que esta crisis política, acompañada de actitudes de bloqueo permanente, sectarismo así como de discursos de odio, está afectando a la confianza ciudadana en las instituciones democráticas y dificulta las respuestas a los problemas señalados», indican los socialistas.

El partido señala que «la confrontación institucional más radical, la desinformación, la crispación alimentada artificialmente desde los foros políticos se traslada a la sociedad y a las calles, generando una absoluta polarización social, mediática y digital» y «esa situación no favorece la defensa eficaz del interés general de España ni la recuperación del prestigio de las instituciones democráticas».

Es por ello que defiende la «cultura del diálogo» con todas las formaciones para «evitar que la democracia se vea desbordada por la pérdida de cultura cívica y la práctica de la antipolítica».