Almuerzo de urgencia entre Sánchez e Iglesias para acercar posturas sobre los presupuestos

La aprobación de los Presupuestos Generales del Estado amenaza con ser el nuevo puzzle difícil de encajar entre los miembros de la coalición de Gobierno. Mientras el PSOE, y más en concreto la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, trabaja para acercar a Ciudadanos y Partido Popular de cara a la votación de las cuentas públicas, Podemos y el vicepresidente segundo, Pablo Iglesias, intentan dinamitar ese acercamiento a costa de mantener la mayoría de la investidura.

Este jueves, en el Palacio de La Moncloa, Iglesias y Pedro Sánchez han mantenido un almuerzo de trabajo con el único fin de acercar posiciones y limar las diferencias que existen sobre qué socios debe descansar la legislatura. Los morados se cierran en banda y no quieren continuar pactando con los partidos de la derecha pese a que sus socios preferentes, ERC, el PNV y Bildu, amenazan constantemente con poner fin a la legislatura si no se atienden sus exigencias.

Estas amenazas de los separatistas catalanes y vascos, que a menudo le recuerdan a Sánchez e Iglesias que gobiernan gracias a sus votos en la investidura, son las que obligan a los socialistas a buscar nuevas alianzas en el Congreso de los Diputados. Un ministro del PSOE subraya que «no queremos aventuras ni experimentos», mientras recuerda que «todos los grupos representados en el parlamento son válidos para sacar adelante las leyes que el Gobierno lleve a votación».

Las diferencias, según fuentes conocedoras del encuentro mantenido entre Iglesias y Sánchez, no son fáciles de limar. Los podemitas, según espetó el propio vicepresidente este miércoles en un acto en El Escorial (Madrid), consideran «incompatible» la presencia de Unidas Podemos en el Gobierno con suscribir acuerdos con Ciudadanos y el Partido Popular. En la formación morada creen que la obligación de tener que llegar a pactos con partidos tan opuestos a sus postulados les obligaría a hacer renuncias «políticamente inasumibles».

En Moncloa asumen que tendrán que hacer cesiones para lograr el apoyo a los Presupuestos e intentan que sus socios de coalición entiendan la importancia de esas renuncias para dar vida a la legislatura. En el entorno del presidente del Gobierno nadie contempla la posibilidad de que las cuentas no salgan y que Sánchez se vea obligado, como ocurrió en febrero del 2019, a disolver las Cortes y convocar elecciones anticipadas. «Sería un fracaso de todos», explican colaboradores cercanos al jefe del Ejecutivo.

Sánchez e Iglesias continuarán hablando de los apoyos de cara a presentar el proyecto de ley de los presupuestos en el Congreso el próximo mes de septiembre. Tal como avanzó OKDIARIO, hace unas semanas, en esta ocasión el Gobierno no esperará a saber si ERC los apoya o no. La paciencia con los independentistas se está agotando entre los socialistas y una buena forma de meter presión es presentar los números al margen de las negociaciones con ellos.