Sánchez se entregará a Bildu y ERC para acabar la legislatura: «Ellos tienen sentido de Estado»
La convalidación del polémico decretazo energético el pasado jueves en el Congreso de los Diputados ha evidenciado que la mayoría de la investidura de Pedro Sánchez -también conocida como Frankenstein- está más cohesionada que nunca. Así lo exteriorizan los dirigentes del PSOE tras las conversaciones mantenidas con ERC, Bildu, PNV o Compromís. No ven ningún interés en estas fuerzas en hacer descabalgar al Gobierno. Todo lo contrario: los de Sánchez cuentan con que tendrán el respaldo de sus socios para agotar la legislatura. «Ellos tienen sentido de Estado», señalan fuentes del PSOE, en contraposición a la postura «obstruccionista» del PP de Alberto Núñez Feijóo, critican.
Esta es la lectura que hacen en Ferraz del estado de las relaciones con sus socios y que lleva al partido nuclear del Gobierno a afrontar con relativa tranquilidad los próximo meses, en los que no sólo tendrán que aprobar el plan de contingencia anunciado por la ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera, sino también los Presupuestos Generales del Estado (PGE) para 2023, año electoral.
Precisamente, sobre las próximas elecciones generales, previstas para dentro de un año y algunos meses, fuentes del PSOE cercanas a Sánchez aseguran que «vamos a agotar la legislatura» porque «el presidente tiene vocación» de ello y porque hay además proyectos legislativos que requieren ese tiempo para su tramitación, apuntan.
Para sacar adelante estas leyes, el Ejecutivo quiere ir de la mano de sus socios de investidura, esto es, golpistas, nacionalistas y proetarras. «Tenemos una mayoría suficiente» para que las normas pendientes vean la luz, recalcan las mismas fuentes, poniendo como ejemplo el decretazo energético convalidado este jueves por el Congreso. Y es que Moncloa no tuvo que hacer grandes concesiones a sus socios para sumar sus votos, pese a que el texto afectaba a competencias autonómicas.
«Disposición»
De cara a los Presupuestos, el optimismo en Ferraz también es alto. Y ello, porque, según indican tales fuentes del PSOE, «hay disposición» por parte de esas fuerzas políticas para que la ley más importante de cada año sea una realidad «en tiempo y en forma». No obstante, «no va a ser fácil», añaden, dado que se afrontan como las últimas cuentas de la legislatura.
Dicho esto, estas fuentes autorizadas ponen en valor que «tanto PNV, como ERC, como Compromís, como todos… son conscientes de la necesidad de que el país tenga para este invierno unos nuevos Presupuestos».
Y ello lo contraponen a la actitud que, según sostienen, está manteniendo el PP como principal partido de la oposición, al que reprochan «falta de sentido común, de sentido de Estado, que tenemos que reconocerlo en otros partidos», destacan, aludiendo aquí a las formaciones independentistas.
«Los partidos nacionalistas muchas veces están más por el avance de España que el Partido Popular, que se entiende que defiende los intereses de España. Es una contradicción en sí misma, pero es a lo que estamos asistiendo», apostillan.
Podemos
En cuanto a la convivencia con Unidas Podemos en el seno del Gobierno, las fuentes socialistas consideran que no sólo el PSOE quiere terminar la legislatura sino que a los morados también le interesa que así sea. «Estar en el Gobierno les da la posibilidad de seguir desarrollando políticas y un altavoz que de otra forma no tendrían», subrayan.
En este contexto, sobre las diferencias que con cierta frecuencia surgen entre los socios de coalición, en Ferraz las enmarcan dentro de la «normalidad» y esgrimen que incluso en Gobiernos monocolor también se producen. «Es lógico que el partido minoritario se quiera visibilizar», agregan.
Pese a ello y pese a lamentar que Podemos trate en muchas ocasiones de «buscar más las diferencias que lo que nos une», la dirección del PSOE confían en que en Unidas Podemos puedan superar las «dificultades» que encuentre sobre futuras alianzas, en alusión al proyecto de la vicepresidenta Yolanda Díaz, así como resolver las «discrepancias que a veces tienen».
Para Ferraz, si los morados no se dividen, éstos pueden «canalizar una parte del voto al que el PSOE va a apelar pero que no queremos que se quede en la abstención como pasó en Andalucía», afirman las fuentes del partido de Sánchez. «Queremos que a esa parte de la izquierda le vaya bien y se articulen de manera que les vaya bien», remachan, sin entrar en cómo deberían organizarse.