Sánchez busca el choque con Trump para tapar la trama: comunica a la OTAN que no subirá el gasto militar
Una misiva con la que Sánchez quiere contentar a sus socios en un momento crítico para el Gobierno por el 'caso PSOE'

Pedro Sánchez quiere hacer ruido con el gasto en defensa para desviar el foco mediático de los casos de corrupción que rodean al PSOE. El presidente del Gobierno ha enviado una carta al secretario general de la OTAN, Mark Rutte, en la que rechaza elevar el gasto militar al 5% como exige Donald Trump. Una misiva con la que Sánchez quiere contentar a sus socios, que manifestaron su negativa a incrementar esta partida, en un momento crítico para Sánchez por la «desconfianza» que partidos que apoyaron su investidura han manifestado por los escándalos que rodean a su partido. «No es razonable y sería contraproducente», sostiene en la carta enviada la semana previa a la decisiva cumbre de la OTAN.
Sánchez alega que cada Gobierno puede decidir legítimamente si está dispuesto a hacer ese sacrificio. «Es un derecho legítimo de cada gobierno decidir si está dispuesto o no a hacer esos sacrificios. Como Aliado soberano, nosotros elegimos no hacerlo. Elegimos encontrar un equilibrio entre la necesidad de aumentar el gasto en defensa y la necesidad de abordar los otros desafíos sociales, económicos y medioambientales que afectan tanto a nuestro mundo como a nuestros ciudadanos», escribe Sánchez.
Además, plantea a Rutte una alternativa para no «limitar las ambiciones de gasto de otros aliados». En concreto, el presidente del Gobierno propone que se incluya «una fórmula más flexible» en la declaración de la cumbre de La Haya haga «el objetivo de gasto opcional o que excluya a España de la aplicación» de esa meta del 5%.
«Un aumento forzado al 5% afectaría negativamente la economía española y dificultaría el fortalecimiento de la base industrial y de defensa europea, además de impactar otros sectores clave como educación, salud y tecnología digital. «Para España, comprometerse con un objetivo del 5% no solo sería irrazonable, sino también contraproducente, ya que haría que España se alejara aún más del gasto óptimo y obstaculizaría los esfuerzos en curso de la UE para fortalecer su sistema de seguridad y defensa», argumenta Sánchez. Esta carta abre una brecha entre España y la OTAN. El propio Rutte aseguraba recientemente que «sin duda» España se plegará a las exigencias de elevar el gasto al 5%.
Los socios, contra el rearme
Sánchez quiere convertirse así en el dique de contención de Trump en la OTAN. Una batalla que no es baladí por el momento en el que ocurre: los socios de investidura han manifestado su oposición a elevar esta partida y Sánchez, ahora, necesita contentar a partidos como Sumar, ERC, Bildu o PNV que ya han manifestado su desconfianza en el Gobierno tras el informe de la UCO sobre Santos Cerdán.
Cabe destacar que en las últimas semanas, partidos como Izquierda Unida y Podemos, pero también la formación que integra el Gobierno de coalición, Sumar, se han manifestado contra el plan militar de Trump.
Entre las demandas de los socios de Sánchez que conforman el bloque del no a la guerra exigen, entre otras cosas, la expulsión de Estados Unidos de las bases militares de Rota (Cádiz) y Morón (Sevilla). «El financiamiento del rearme, que va a parar a la industria militar y a las entidades financieras, vendrá sin duda alguna de la mano de recortes en gastos sociales, incremento de impuestos y endeudamiento público, como reconoce abiertamente, tanto la Comisión Europea, la OTAN así como el FMI. En el Estado español la precariedad en materia laboral, vivienda, pensiones o servicios públicos es ya muy alta y el gigantesco gasto militar que el gobierno y sus apoyos parlamentarios trata de poner en marcha sólo va a contribuir a agravarla», reza el manifiesto de la convocatoria de este sábado.