Ruptura: Las tres marcas blancas quieren montar un grupo parlamentario al margen de Podemos

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Así cambiará la composición del Congreso con un único grupo de Podemos o con sus marcas blancas integradas en un grupo propio.

El grupo parlamentario de Podemos liderado por Pablo Iglesias está a un paso de quedarse con tan sólo 42 diputados en el Congreso, algo que casi igualaría su peso en la Cámara Baja al de Ciudadanos, que tiene 40 escaños.

Este sería el escenario en las Cortes, si los aliados regionales de Pablo Iglesias (En Comú Podem en Cataluña, Compromís-Podemos en la Comunidad Valenciana y En Marea en Galicia) logran constituirse en un único grupo parlamentario, que contaría con 27 escaños y se convertiría en la quinta fuerza en la Cámara.

El acuerdo alcanzado por PP, PSOE y Ciudadanos para colocar a Patxi López como presidente del Congreso ha cerrado la puerta a las pretensiones de Pablo Iglesias de dividir a sus diputados en cuatro grupos: uno para Podemos (con 42 escaños) y otro para cada una de sus candidaturas de confluencia.

Pablo Iglesias ha declarado la guerra a PSOE y Ciudadanos por impedirle consumar este truco, que habría permitido a Podemos triplicar la subvención que le corresponde y contar con cuatro voces distintas en todos los debates parlamentarios.

Cerrada esta puerta, las tres candidaturas de confluencia ya están negociando para constituirse en un único grupo parlamentario, que sumaría 27 escaños y tendría un marcado carácter soberanista.

Se debilita el liderazgo de Iglesias

Fue precisamente la coalición En Comú Podem de Ada Colau la que impuso a Iglesias la celebración de un referéndum de independencia para Cataluña como requisito para apoyar un hipotético Gobierno presidido por el socialista Pedro Sánchez.

También Compromís en la Comunidad Valenciana defiende la formación de los Països Catalans, mientras que En Marea de Galicia simpatiza con las tesis del llamado «derecho a la autodeterminación» de determinadas Comunidades autónomas.

Si finalmente las candidaturas de confluencia logran constituirse en un sólo grupo parlamentario, quedaría más en evidencia que nunca que Pablo Iglesias debe 27 de sus 69 escaños a sus aliados regionales, que defienden intereses muy dispares: Podemos está lejos de ser un grupo cohesionado.

Y también pondría en evidencia la dificultad que afronta el líder del PSOE, Pedro Sánchez, que pretende cimentar la mayoría de su hipotético Gobierno en el respaldo de todas estas fuerzas minoritarias, al que debe sumar además el apoyo o la abstención de ERC y Democracia y Libertad.

Sánchez busca el apoyo de los independentistas

Como ha informado Okdiario, Pedro Sánchez ya ha dado un paso en este sentido: el PSOE ha prestado cuatro de sus senadores para que los dos grupos independentistas catalanes puedan formar grupo propio en la Cámara Alta, con los privilegios que todo ello conlleva: una subvención más elevada y representación en todas las comisiones.

Algo que, una vez más, ha levantado ampollas entre los principales barones regionales del PSOE, que no están dispuestos a pagar el elevado precio que exigirían los independentistas para apoyar a Pedro Sánchez como presidente del Gobierno.

Durante la última semana, ha crecido el malestar entre los representantes de las candidaturas de confluencia de Podemos por no poder contar con tres grupos independientes. En caso de que no pueda salir adelante su plan B –constituirse como un grupo único, separado de Podemos–, los seis diputados gallegos de En Marea ya han anunciado que se pasarán al Grupo Mixto.

Algo que debilitaría aún más el papel protagonista con el que Pablo Iglesias pretende erigirse durante la legislatura que acaba de comenzar.

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