Quim Torra vuelve a llamar a Sánchez y Moncloa le responde que estaba reunido

El presidente de la Generalitat, Quim Torra, sigue con el desafío al Gobierno a la vez que intenta que el presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, le coja el teléfono. Este lunes, en plena resaca electoral, Torra ha vuelto a llamar a Sánchez y desde Moncloa le han vuelto a dar evasivas diciendo que el jefe del Ejecutivo estaba reunido.

Torra sigue sin condenar la violencia, de hecho este mismo lunes los independentistas han vuelto a cortar la AP-7 y no sucede nada. No ha habido respuesta por parte de la Generalitat.

Fuentes del Gobierno catalán han filtrado que Torra ha llamado esta mañana sobre las 9:45 a la Moncloa. La excusa desde Presidencia del Gobierno para que Sánchez no se pusiera al aparato era un reunión del socialista.

Esta es la sexta llamada que intenta Torra, la primera tras las elecciones generales, sin lograr respuesta en un momento en que parte de la sociedad catalana se estaba movilizando en contra de la sentencia del Tribunal Supremo (TS) a los presos independentistas.

Sin embargo, Sánchez alegaba que no respondía a Torra porque consideraba que debía «condenar la violencia» que durante dos semanas hubo en diversos municipios de Cataluña.

Este mismo lunes, Quim Torra ha pedido a Sánchez que «es la hora, más que nunca, de hablar y de democracia’ tras la victoria del independentismo en Catalunya en las elecciones generales con el objetivo de resolver el conflicto catalán.

«Es la hora de que el presidente Sánchez, o el que aspire a ser presidente, se siente a hablar. Es la hora de no esconderse y hablar de soluciones reales sobre un conflicto político que no merece el menosprecio, y aún menos una no respuesta o una respuesta autoritaria», ha subrayado.

En anteriores ocasiones, la falta de respuesta de Sánchez llegó a irritar al president, que llegó a enojarse hasta el punto de decir que «¡represento a los catalanes!» dando importancia a un cargo que, desde la huída de Puigdemont, no ha hecho sino servir al independentismo con su tibieza y la falta de contundencia contra la violencia separatista.