SEGURIDAD CIUDADANA

La policía de Qatar usa las finales de Copa y Europa League de Sevilla como ensayos para el Mundial

El país organizador de la próxima Copa del Mundo envía responsables policiales a España para aprender de los dispositivos de seguridad para eventos deportivos

La celebración de dos grandes finales en tres semanas ha convertido a la capital hispalense en el laboratorio perfecto para los agentes árabes

Policías de Qatar asistiendo a una charla de seguridad previa a la final de la Europa League en Sevilla.
Policías de Qatar asistiendo a una charla de seguridad previa a la final de la Europa League en Sevilla.
Alfonso Egea
  • Alfonso Egea
  • Jefe de Investigación en OKDIARIO. Anteriormente fui responsable de la sección de Actualidad y Sucesos en Espejo Público, en Atresmedia. He publicado cuatro libros y actualmente colaboro en programas de televisión en Mediaset y en Telemadrid. Agradecido por tener el reconocimiento de la Policía Nacional de Madrid y la medalla al mérito de la Guardia Civil.

Una ciudad de menos de 700.000 habitantes ha recibido en las últimas horas a 150.000 hinchas de dos equipos de fútbol europeos para la final de un torneo que se va a disputar en un estadio con una capacidad que ronda las 44.000 localidades. Esto que parece un problema de matemáticas de Primaria es un auténtico reto de seguridad para el Cuerpo Nacional de Policía, afanados estos días en controlar la situación que en Sevilla ha propiciado la final de la UEFA Europa League. Llueve sobre mojado, ya que el 23 de abril pasado ya hubo que gestionar la final de la Copa del Rey. Por eso en ambas citas han estado presentes representantes de la Policía de Qatar, país que en cuestión de meses organiza ni más ni menos que un Mundial de fútbol.

La ciudad de Sevilla ha estado literalmente tomada por aficionados escoceses y alemanes del Rangers y del Eintrach cuyos equipos han disputado la final de la segunda competición europea de fútbol en el estadio del Sevilla, el Ramón Sánchez-Pizjuán. Sobra decir que la inmensa mayoría no ha podido entrar al estadio, cuya capacidad roza los 44.000 espectadores, de hecho, son más de 100.000 los que han vivido la previa, la final y el postpartido en las calles de Sevilla. Esta situación ha obligado a la ciudad a realizar un enorme esfuerzo en materia de alojamiento y hostelería, pero también de seguridad.

28 grupos de Unidades de Intervención Policial, UIP, y 4 de Unidades de Prevención y Reacción han sido movilizados para poner en la calle a cientos de agentes de Policía con la misión de evitar el mayor número posible de incidencias en un evento en el que los ánimos deportivos y el alcohol suele traer consigo comportamientos incívicos y hasta violentos. Tan complicado ha sido el operativo de seguridad de esta final que la Policía de Qatar ha querido ver de primera mano cómo lo han gestionado las Fuerzas del Orden españolas.

Testigos de todo el proceso

Se ha podido ver presencia de policías de Qatar en las reuniones previas al despliegue de los dispositivos, en la calle cerca de las unidades desplegadas y en el centro de coordinación que se ha encargado de controlar el minuto a minuto de la ciudad. Algo les habrá llamado la atención del modo de trabajo de los policías españoles que han repetido visita a Sevilla en un plazo de apenas tres semanas.

La primera vez que estuvieron en nuestro país fue a finales del mes pasado cuando en Sevilla también se disputó la Final de la Copa del Rey entre el Betis y el Valencia. De hecho, fuentes policiales consultadas por OKDIARIO apuntan a que se habrían interesado por el coste de desplegar en Qatar durante un mes a una selección de miembros de las UIP que servirían de refuerzo policial en los partidos más importantes.

Los policías qataríes se han interesado especialmente en las finales de Sevilla no sólo por la complejidad inherente a unas finales de futbol sino porque esa dificultad se multiplica exponencialmente al tratarse de una ciudad de tamaño mediano. El ejemplo es obvio y está a punto de producirse en cuestión de días en París. Una final deportiva en una de las grandes capitales de Europa es una situación policialmente crítica pero mucho más manejable que en una ciudad mediana. Por extensión geográfica, plazas hoteleras a infraestructura dotar de seguridad a la final de la Champions League en París es menos complicado que hacerlo en Sevilla.

Para empezar Sevilla ve incrementada su población en casi un 25% de un día para otro, pero es que el Ayuntamiento de la ciudad ha tenido que habilitar la apertura de parques y espacios públicos en horarios nocturnos porque la oferta hotelera de la ciudad es incapaz de absorber semejante número de personas en apenas 48 horas. Ese tipo de particularidades es lo que ha hecho a los responsables de la seguridad del próximo Mundial fijarse en el trabajo de la Policía y los servicios de emergencias españoles.

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