Sánchez retrasa su plan fiscal: busca no perder ingresos y que sus medidas no se parezcan a las del PP

Pedro Sánchez
Pedro Sánchez
Joan Guirado
  • Joan Guirado
  • Corresponsal de Gobierno y Casa Real. Siguiendo la actividad del presidente y líder del PSOE, Pedro Sánchez, y del Rey de España. También política catalana.

La voluntad del Gobierno era hacer público, hoy jueves, un nuevo paquete de medidas fiscales. Un anuncio que inicialmente implicaba una subida de impuestos a los más ricos y unos retoques cosméticos en el IVA de algunos productos como los de higiene femenina. Pero el cambio de paso de los barones socialistas, impulsado por el plan anticrisis del PP de Alberto Núñez Feijóo e Isabel Díaz Ayuso, lo ha hecho saltar todos por los aires. Por primera vez, ayer miércoles, el Ejecutivo de Pedro Sánchez se abría a bajar impuestos como el IRPF de las rentas más bajas tras varios días atacando a los populares y acusándoles de «insolidarios» e «irresponsables». Pero Moncloa no sabe cómo hacerlo sin, cómo venían diciendo, una pérdida de ingresos que impida cuadrar las cuentas.

La ministra de Hacienda y Función Pública, María Jesús Montero, tenía previsto comparecer ante los medios para detallar las nuevas medidas fiscales que el Gobierno enmarcaba en los Presupuestos Generales del Estado y en forma de decretos. Pero el desmarque de varios barones deflactando el IRPF, dando la razón a los populares pese a las múltiples criticas que lanzaron a la idea que promovió Ayuso por primera vez, ha sumido a Moncloa en un caos. Y a respirar antes de tomar decisiones que puedan comprometer los planes ideológicos del Ejecutivo y los planes electorales del PSOE. Porque, seguir la estela de lo que varios gobiernos regionales han hecho hasta ahora, querría decir que Sánchez vuelve a ir a remolque del PP una vez más. Y eso no se lo puede permitir.

El Gobierno, ante la incapacidad de dar una respuesta que satisfaga a todas las partes y no facilite a los populares enarbolar el discurso de que el PSOE vuelve a copiar sus denostadas medidas, ha optado por aplazar los anuncios previstos para este jueves. Sánchez y Montero están inmersos en una guerra contra sus barones, que con Ximo Puig a la cabeza han decidido desobedecer las órdenes de Ferraz, mientras tratan de cuadrar las cuentas públicas, los compromisos con sus socios y con Bruselas tras recibir 140.000 millones de los fondos de recuperación y su propio discurso de que «para rebajar impuestos, hay que recortar en educación o en sanidad y este Gobierno no quiere hacerlo».

Podemos

Los nuevos anuncios fiscales que tiene que hacer Montero van estrechamente ligados con la aprobación de los Presupuestos Generales del año que viene que, a última hora de este miércoles, todavía no contaban con el beneplácito de los dos socios de coalición. Aunque en los últimos días PSOE y Podemos han acercado posturas, después de que el fin de semana tal como explicó OKDIARIO los morados acusasen a los socialistas de estar instalados en el «no a todo», los negociadores ultiman los detalles que permitan al Gobierno llevar a la mesa del Consejo de Ministros el anteproyecto de Ley.

El plazo legal para cumplir este trámite finaliza este viernes y, con gran parte del Gobierno en una cumbre internacional en Alicante, no hay previsión alguna de que se vaya a convocar un Consejo de Ministros extraordinario a tal efecto. Algunas fuentes dudan, incluso, que se pueda incluir en la reunión ordinaria del martes 4.

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