Pablo Iglesias afea a PSOE, PP y C’s haber querido «domesticar» a Podemos: «No nos venderemos»
El líder de Podemos, Pablo Iglesias, ya está de campaña electoral en modo evidente. En su afán por regresar al discurso rupturista, después de haber jugado a partido de Gobierno, el secretario general del partido morado ha afeado este sábado que otras formaciones hayan querido «domesticar» y «normalizar» a Podemos después de las elecciones generales. Así, Iglesias ha afirmado que su partido no se va a «vender» y pasará a la oposición si es preciso.
«No empezamos a hacer política hace dos años para que todo siga igual y para convertirnos en una fuerza política domesticada», ha avisado Iglesias.
Iglesias lo ha afirmado ante más de 600 personas en un encuentro con los círculos de su partido en Cataluña celebrado en el Casino de la Aliança del Poblenou, en Barcelona, junto al secretario de organización de Podemos, Pablo Echenique.
Los asistentes les han recibido con una gran ovación y al grito de «que no, que no queremos pacto», «a por ellos» y «sí se puede», a lo que Iglesias ha respondido: «no sabéis como necesitaba esto».
Consulta con indicaciones previas
Esta intervención llega después de que Podemos anunciara este viernes cuál será y cuándo será la consulta a sus bases –casi 400.000 inscritos– que ya había anticipado Iglesias el fin de semana pasado. La pregunta será si quieren «un Gobierno basado en el pacto de Rivera con Sánchez» o si apoyan su propuesta de «gobierno de cambio progresista». El líder de Podemos ha dejado claro que si los militantes votan en contra de su postura, asumirá sus responsabilidades. Las indicaciones previas a la militancia son claras.
Será el 18 de abril cuando se conozca el resultado de la consulta a las bases de Podemos, e Iglesias ha ligado su futuro y el de su dirección al resultado de la misma, donde avanzó que votará «no» al acuerdo entre PSOE y Ciudadanos.
Y no sólo eso. Iglesias ha jugado incluso echarse encima del PSOE a cuenta de una consulta sobrevenida, de hecho inspirada en la que los socialistas hicieron a propósito del acuerdo con Ciudadanos. «Me hubiera gustado que el PSOE hubiera hecho lo mismo. ¿Por qué no preguntan ustedes a su militancia si apoyarían la fórmula de un gobierno progresista?», ha interpelado.
Para Iglesias, el candidato socialista no va por esa vía «porque alguien se lo ha prohibido», por lo que ha apuntado que la única manera de evitar las elecciones sería un cambio de rumbo de Sánchez o una gran coalición entre PP, PSOE y Ciudadanos.
Discurso de mitin
Las palabras de Iglesias han sonado a mitin de precampaña. Así, no ha dudado un segundo en recriminar a las otras tres grandes fuerzas políticas su «falta de contundencia» respecto a la corrupción, un fenómeno que ha achacado a una determinada forma de gobernar que permite «que se pueda vender la patria a cachitos» y que «no se arregla diciendo que está mal», sino con políticas desde los ministerios de Economía y de Hacienda.
«Estamos preparados para lo que venga», ha subrayado Iglesias, que ha reiterado que su voluntad era entrar en el Gobierno, puesto que ha recalcado que no se presentaron para ocupar las «cómodas bancadas» de la oposición.
Echenique ha cuestionado el cambio que dice liderar Albert Rivera porque su programa económico se asemeja al del Partido Popular, seguramente porque sus asesores provienen «del mismo sitio».
La estrategia eminentemente electoral de Podemos ha quedado clara a preguntas de los asistentes, cuando Iglesias ha admitido que su gran reto ahora es captar el voto de los jubilados, y ha pronosticado que si lograran seducir a este sector de la población ganarán los comicios, en caso de que finalmente se repitan.
Echenique ha dado unas primeras pinceladas sobre cómo será el modelo organizativo de la formación en el futuro, ya que ha admitido que necesita «más y mejor comunicación», así como más participación.
Sobre el proceso para elegir una nueva dirección en Cataluña, ambos han defendido que la dirección estatal debe mantener un papel neutral.
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