Óscar López y Montero controlarán los 140.000 millones europeos con la supervisión de Calviño

El reparto de los fondos de recuperación europeos seguirá en el complejo de la Moncloa, tras los cambios en el Gobierno. El nuevo director del Gabinete de la Presidencia, Óscar López, será el máximo responsable de la oficina de supervisión del reparto de los 140.000 millones de euros. Sin embargo, a diferencia de lo que ocurría con Iván Redondo, tendrá vigilancia del área económica: la vicepresidenta primera y ministra de Economía, Nadia Calviño, dirigirá la Comisión Interministerial de supervisión, y la titular de Hacienda y Función Pública, María Jesús Montero, trabajará junto a López.

A través de esta oficina Presidencia del Gobierno tendrá la última palabra, tras estudiar las propuestas de los ministerios,  sobre el reparto de los 140.000 millones de euros de fondos comprometidos con España y que en cuestión de semanas empezarán a transferirse desde Bruselas. Moncloa se convertirá en un gran repartidor de subvenciones al sector público y privado para mitigar los efectos de la crisis provocada por la pandemia.

Calviño releva a Sánchez

La gran novedad tras la remodelación del Gobiero es que la vicepresidenta primera, Nadia Calviño, relevará a Sánchez al frente de la Comisión Interministerial para la Recuperación, la Transformación y la Resiliencia. Junto al jefe de Gabinete y las dos ministras, como ya estaba previsto antes de la salida de Redondo, varios empresarios del IBEX participarán en la elección final de los proyectos que son susceptibles de recibir las ayudas europeas. España, tras recibir la confirmación por parte de las instituciones europeas este mismo lunes, espera recibir 9.000 millones de euros de forma inminente.

La distribución de los 140.000 millones de euros, a través de una oficina que dependerá directamente del gabinete de la Presidencia, convertirá las ayudas para la recuperación en una repartidora de Sánchez. Eso es lo que temen los partidos de la oposición y lo que vienen denunciando desde que se conoció la fórmula que se utilizaría. El PP proponía la creación de un organismo independiente. Pablo Casado, tras reunirse con el presidente hace unos meses, pedía evitar «que desfilen los lobbys y el clientelismo» por los despachos monclovitas.

El PSOE, muy acostumbrado a contentar a empresas y asociaciones, quiere controlar hasta el último euro de los 140.000 millones que recibirá España para afrontar la crisis económica. Por eso Sánchez quiere que el control total, con su mano derecha como máximo vigilante, para supervisar la entrega de todas las ayudas a empresas, instituciones y agentes sociales que se darán en los próximos meses desde los diferentes ministerios, también los de Podemos. De esas concesiones depende su reelección como presidente.