España

Podemos se radicaliza aún más: «A partir de ahora hay que ser políticamente incorrectos»

«A partir de ahora hay que ser políticamente incorrectos». Esa es la directriz difundida desde la dirección del partido morado, que anima a sus cargos y representantes a abundar en la actitud que el partido ha exhibido en las últimas semanas.

El pasado jueves, durante el acto de presentación de un libro, Iglesias defendía que una victoria de Podemos solo vendrá dada «si politizamos el orgullo de lo popular, y eso implica ser políticamente incorrecto».

Triunfa así dentro de la organización la tesis del secretario general, que mantiene desde hace meses un enfrentamiento interno con su secretario político y portavoz parlamentario, Íñigo Errejón, que defiende una mayor integración de Podemos en las instituciones y un alejamiento de la movilización social de la que surgió.

El ejemplo más reciente de esta «incorrección política» tuvo lugar en el Congreso durante el minuto de silencio por el fallecimiento de la senadora y ex alcaldesa de Valencia Rita Barberá, cuando los diputados de Unidos Podemos se ausentaron del Pleno de la cámara, una decisión que no contó con el apoyo de ningún otro grupo, ni del portavoz de sus socios habituales de Compromís, Joan Baldoví.

Como desveló OKDIARIO, esta decisión partió del propio Iglesias, que impuso su criterio al grupo parlamentario pese a las dudas de Errejón. En su intervención del pasado jueves, Iglesias justificaba su actitud en que, a su entender, la trayectoria de Barberá «está vinculada a la corrupción», y reclamaba que también se celebrasen minutos de silencio cuando mueren obreros.

Desplantes al Rey y al Parlamento

Esta falta de respeto a la memoria de una fallecida se une a una serie de desplantes que Podemos ha protagonizado a lo largo de los últimos meses en el Parlamento y sus aledaños.

La semana pasada, con motivo de la sesión solemne de apertura de las Cortes, los diputados de Podemos aprovecharon la ocasión que les brindaba la presencia del rey Felipe VI y su familia para poner en escena una reivindicación republicana que incluyó negar el saludo y el aplauso al monarca, además de la exhibición de una bandera tricolor y la colocación de Diego Cañamero en el escaño de Alberto Garzón para dar visibilidad a su camiseta antimonárquica que rezaba «yo no voté a ningún rey».

Precisamente tras la sesión de apertura, y preguntado por la ausencia de sus diputados en el llamado besamanos posterior en el que diputados y senadores saludan al Rey, Iglesias aseguró que a los miembros de su grupo «nos da asco hacer una cola con Rita Barberá para darle la mano al Rey», uniendo así los dos últimos casos en que ha decidido hacer gala de esa incorrección política que ahora la dirección quiere hacer extensible a todo el partido.