Una moción de censura, los tribunales o ‘los pacificadores’: las tres salidas a la crisis del PSOE
El Comité Federal convocado para este sábado por la actual ‘Ejecutiva federal’ del PSOE es tan previsible como la misma eventualidad de que quien lo ha convocado sea efectivamente una Ejecutiva federal vigente. La división en el seno del Partido Socialista a día de hoy, con dos bloques enfrentados por la legitimidad, abre tres vías de solución. Ni unos ni otros tienen claro lo que puede ocurrir en las próximas 48 horas, pero cualquiera que sea la salida pasará por uno de estos caminos.
Comisión de Garantías y si no, a los tribunales
Los ‘pedristas’ insisten en que su Ejecutiva sigue vigente y defienden, por tanto, la convocatoria del Comité Federal, máximo órgano entre congresos de la formación. Entre tanto, los ‘críticos’ reiteran que tras la dimisión de la mitad más uno de la Ejecutiva del PSOE, ésta queda inhabilitada y el secretario general cesa en sus funciones. Es por esa razón por la que han solicitado que sea la Comisión de Ética y Garantías la que dilucide quién tiene razón.
Pero este órgano, teóricamente independiente, no ha sido convocado porque su presidenta aseguró, a través de un comunicado, que la permanencia de la Ejecutiva de Sánchez no vulnera los estatutos en ningún punto. El caso es que los otros cuatro vocales de la Comisión de Garantías, enfrentados a su presidenta, han lanzado un órdago: o convoca la reunión o ellos mismos emitirán un dictamen dando la razón a los críticos.
Ésta es la vía por la que se podría acabar llegando a los tribunales, porque si la presidenta mantiene el pulso, y ano habría un conflicto de legitimidad sólo en la dirección del PSOE, sino también en su órgano para dirimir conflictos. La Justicia ordinaria podría ser quien finalmente otorgara la razón a unos u otros.
Moción de censura en el Comité Federal
La dirección de Ferraz ha desafiado a los críticos a reunir los apoyos necesarios para acabar con el secretario general a través de una moción de censura presentada en el Comité Federal. Para ello necesitarían un quorum del 20% de sus miembros, es decir, al rededor de 50 de los aproximadamente 255 miembros del órgano –el PSOE no publica la lista ni todas las fuentes confirman el mismo número de integrantes de su máximo órgano entre congresos–.
Así pues, el sector contrario a Pedro Sánchez podría llegar el sábado al Comité Federal y presentar una moción de censura, un camino que muchos creen la fórmula más eficiente. Sin embargo, es prácticamente imposible que se dé, porque eso significaría que los críticos dan como vigente a la Ejecutiva que dicen que ya no existe. Eso sería tanto como reconocer que las 17 dimisiones no han servido para nada y que los ‘pedristas’ tenían razón.
La solución de ‘los pacificadores’
Es precisamente la vía que se está explorando en estos momentos. Miembros del partido con un perfil conciliador han planteado en las últimas horas a la ‘Ejecutiva federal’ tender puentes entre las partes para poner fin a la crisis. La idea es que el partido no quede dañado de manera definitiva y buscar un compromiso que satisfaga a las dos partes.
Por lo pronto, en la reunión de este jueves en la que Pedro Sánchez ha reunido a los miembros de la dirección que no han dimitido, algunos han planteado la posibilidad de retrasar la fecha del congreso extraordinario y volver a la postura anterior: que éste no se celebre hasta que haya Gobierno en España. Sánchez y Luena, por el contrario, han optado incluso por adelantar aún más las fechas en un momento filtradas, de modo que parece poco factible incluso la vía de la mediación.
Y si todas las vías se cierran…
Ésta es una de las opciones más remotas. Se antoja harto complicado que los críticos aprueben los planes propuestos por su secretario general, es decir, unas primarias de urgencia y un Congreso Extraordinario en sólo mes y medio desde este jueves. En todo caso, no es descartable que, si se cierran todas las vías al sector contrario a Pedro Sánchez, la andaluza Susana Díaz coja el AVE para plantarle cara y convertirse así en la próxima secretaria general de los socialistas.