Marlaska admite en el Congreso que habrá acercamientos «individuales» de presos de ETA
El ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, ha insistido este miércoles en el Congreso que no habrá traslados colectivos de presos de ETA y que, de haber acercamientos, serán individuales y de acuerdo a la ley penitenciaria. «Mi lealtad con las víctimas es férrea, no permitiré críticas falsas ni que se utilicen a las víctimas por interés político», ha defendido, afeando al PP su estrategia de «inyectar odio» en la sociedad al utilizar esta cuestión para desgastar al Gobierno.
Como en anteriores intervenciones parlamentarias, Grande-Marlaska se ha mostrado molesto especialmente con el PP, a quien ha reclamado «lealtad al Estado» en lo referente a la política penitenciaria. Ha recordado que este verano se produjeron los traslados desde Asturias a Basauri (Vizcaya) de los presos de ETA Olga Sanz Martín y Javier Moreno Ramajo, aunque cumpliendo con lo aprobado por Instituciones Penitenciarias cuando gobernaba Mariano Rajoy.
«Las víctimas no van a permitir que se mienta en relación con su situación. Exijo responsabilidad, coherencia y lealtad», ha insistido el ministro. «No se puede criticar algo que defendieron algunos con tanto ahínco», ha continuado, citando declaraciones en el pasado de dirigentes del PP, entre ellos el exministro del Interior Jorge Fernández Díaz, partidarios de poner fin a la dispersión si ETA desaparecía. «Flaco favor hacen inyectando odio», ha dicho. En su intervención inicial ante la Comisión de Interior, Grande-Marlaska ha defendido que los traslados penitenciarios no son propiamente beneficios en lo referente a la progresión de grados.
El PP, sin embargo, ha mantenido la petición de explicaciones al entender que sí ha habido un cambio como «pago por los votos» del PNV y otros partidos nacionalistas para que Pedro Sánchez fuera investido como presidente del Gobierno. «El PP será garantía de que la humillación a las víctimas no se produzca», ha defendido Marimar Blanco, que ha preguntado al ministro si comparte la tesis del Gobierno vasco de que se deben acercar también a los presos «más duros».
El PNV ha sostenido que «el primero que utilizó la lucha contra ETA como arma arrojadiza» fue el PP, y que ahora siguen haciendo esto cuando critican el fin de la dispersión o la ley vasca de abusos policiales por las denuncias de torturas en la lucha antiterrorista. «Está clarísimo», ha dicho el diputado Mikel Legarda, «el Gobierno cambia de política porque ETA ha desaparecido y no va a volver».
Marian Beitialarrangoitia, diputada de EH Bildu, ha defendido que el cumplimiento de la ley penitenciaria exigiría que más de un centenar de terroristas – «presos vascos», para ella– deberían ser excarcelados de manera inmediata. Además, ha criticado que se mantenga el primer grado, el más estricto, para la mayoría de presos etarras, comparando esta situación la de Iñaki Urdangarín, clasificado en segundo «en tiempo récord».
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