EN EL DISTRITO DE VICÁLVARO QUE PRESIDE SÁNCHEZ MATO

Carmena comete siete erratas en un cartel de un parque y un madrileño se las corrige

Carmena comete siete erratas en un cartel de un parque y un madrileño se las corrige
Cartel instalado en Vicálvaro lleno de erratas. (Foto: OKDIARIO)

El Ayuntamiento de Madrid ha instalado un cartel en un área de entrenamiento físico en el distrito de Vicálvaro lleno de erratas ortográficas y tipográficas. Un madrileño anónimo vinculado al mundo de la traducción ha criticado esta dejadez en las redes sociales.

El cartel de madera se ha instalado en la calle Abad Juan Catalán a la altura del número 66 aproximadamente, en las inmediaciones del Parque Forestal de Vicálvaro. Prueba de su reciente instalación es que tiene el nuevo logo del Ayuntamiento. Jesús Prieto, jefe de proyectos de la empresa de traducciones Neoatlas, ha lamentado en sus redes sociales los múltiples errores.

En primer lugar, el cartel no usa ninguna coma. No coloca la tilde en el imperativo «sé» del verbo ‘ser’. Tampoco se utilizan bien los signos de puntuación en la enumeración, el listado de observaciones. Otro error tipográfico es que se cuela un espacio entre dos palabras. Entre «observa» y «que» hay dos espacios, en vez de uno.

Por otra parte, en la parte inferior de los pictogramas, no pone la tilde en el diminutivo «mín.». Tampoco pone el punto que indica que es la versión corta de «mínimo» y, por último, marca la separación entre la cifra de metros y la de centímetros con un punto cuando debería ser una coma.

OKDIARIO se ha puesto en contacto con el autor de la crítica que señala que vive por la zona y trabaja en una empresa de traducción, aunque no ejerce como un traductor puro. «Me intereso por los aspectos lingüísticos y me duele la dejadez a la hora de expresarnos en español», expresa Prieto.

«No pasan ningún control»

Considera que «en general, cada vez se tiene más cuidado con la comunicación, pero estos carteles pequeños no pasan ningún control de calidad». Le consta que el Ayuntamiento de Madrid, en concreto, se apoya en traductores que de forma desinteresada les corrigen los textos. Cuando son carteles turísticos traducidos a otros idiomas, «ya es el apaga y vámonos, porque el 99 % están fatalmente traducidos, bien con un traductor automático bien con una persona no nativa, que no domina el idioma de destino», señala este madrileño recordando el estropicio que se hizo con los carteles del centro de Sevilla en spanglish.

Lamenta que, por ejemplo, hay muchos carteles en las carreteras con la palabra «río» sin la tilde. Jesús Prieto añade que fuera de las administraciones también hay malas traducciones, «el típico ejemplo es de los menús de restaurantes; están traducidos al inglés de una forma que, por no llorar, nos causa risa». Recomienda aprovechar la profesionalidad de los correctores. En Twitter ya hay una etiqueta en Twitter (#ponUnCorrectorEnTuVida) donde se recopilan estos atentados a la lengua.

«El mensaje es mejorable»

Sobre el cartel de Vicálvaro con siete erratas, este vecino indica que «si algún experto en comunicación hubiera decidido el texto de este cartel, con toda seguridad cambiaría bastante más que la ortotipografía». Por ejemplo, la línea «Antes de empezar […]» no se alinea con los puntos 1, 2 y 3. Además, en el primer punto se mezclan un presente perfecto con uno de indicativo. «El mensaje es mejorable», concluye.

No obstante, asegura que el resto le «parece bien». No critica que se haya empleado la tipografía infantil Comic Sans que en Internet está muy denostada. Asimismo, tampoco carga contra los pictogramas, «son buenos» y no cree que se necesite traducir el texto a otros idiomas porque «no hay sitio físico en el cartel». No obstante, apunta que «podría añadirse un código QR para las versiones traducidas».

Acerca de si espera que el Consistorio repare el error dice que es «complicado» que se dediquen recursos a rehacer estos carteles. Señala que las letras son bajorrelieve hechas a máquina y, por eso, no cree que se corrijan. «La clave está en prevenir antes que en curar y que antes de fabricarse, los textos tienen que tener el visto bueno de alguien del Ayuntamiento, que es quien paga, porque si no, acabaremos todos copiando los errores», expresa en declaraciones a este periódico.

«Espero que el Ayuntamiento tome nota, porque es posible hacerlo mejor. Aunque podría comunicar estos falles al Ayuntamiento a través de su web, por ejemplo, no voy a hacer nada más por ahora», zanja.

Lo último en España

Últimas noticias