La trama del PSOE

El juez sostiene que el 45% de Servinabar que Alonso vendió a Cerdán no fue un contrato «improvisado»

Subraya que no se firmó para "un fin de semana" frente a la versión del ex nº3 del PSOE y su socio

Destaca que el empresario vasco guardara la escritura en su domicilio "tantos años después"

Santos Cerdán, Antxon Alonso
Éste es el contrato que firmó Cerdán como propietario del 45% de Servinabar.
Segundo Sanz

El juez instructor de la trama PSOE en el Tribunal Supremo, Leopoldo Puente, no da credibilidad a la versión de Santos Cerdán ni a la de su socio, el empresario vasco Antxon Alonso, y sostiene que el 45% de Servinabar 2000 SL que el ex nº 3 del PSOE adquirió de dicha empresa en 2016 por importe de 6.000 euros, no fue un contrato «improvisado».

Así lo indicó el magistrado en el auto de imposición de medidas cautelares contra el empresario guipuzcoano tras su declaración como imputado el pasado lunes. El instructor acordó la prohibición de salida del territorio nacional, la retirada de pasaporte y la obligación de comparecer cada quince días ante la Justicia.

En dicho auto, Puente argumenta que «es verdad, desde luego, que tanto don Santos Cerdán como el propio don Joseba Antxon Alonso han asegurado en sus respectivas declaraciones en esta causa especial que decidieron después verbalmente resolver el contrato, sin elevarlo a público y sin que, en definitiva, llegara a ejecutarse, señalando, incluso, que se trataba de un mero borrador con la idea de, tal vez, presentarlo después en la correspondiente Notaría para elevarlo a público (pese a lo cual, ese pretendido borrador se encontraba, sin embargo, fechado y firmado)».

Y añade: «No impresiona el documento privado como una simple manifestación, más o menos improvisada, de voluntad de la que después las partes se separaran transcurrido apenas un fin de semana». «En cualquier caso, no se explica tampoco fácilmente el motivo por el cual don Joseba Antxon, buen amigo de don Santos, según se proclama, conservaba el documento privado, tantos años después, en su propio domicilio», afirma.

Además, el juez remarca que se trata de un «contrato privado de compraventa que el vendedor declaraba ya recibido, documento fechado y suscrito el día 1 de junio de 2016».

Donación a Fiadelso

También genera extrañeza al juez que «muy posteriormente a la fecha en que se firmó el contrato, ya en el mes de julio del año 2018, interviniera don Santos Cerdán en una donación efectuada por Servinabar 2000 SL, -donación expresamente reconocida por el investigado en su declaración-, por importe de 4500 euros, precisamente a una fundación, Fiadelso, estrechamente vinculada a otro de los investigados en este procedimiento, don José Luis Ábalos Meco, y a su familia».

Una «donación en la que habría intervenido activamente don Santos Cerdán Alonso, y que, por el contexto de los mensajes a los que se refiere y describe el informe policial, aunque el aquí investigado lo niega, podría haber tenido un carácter repetido o periódico».

«Ello determina -prosigue el juez- la existencia de indicios bastantes para poder considerar que el mencionado don Joseba Antxon Alonso Egurrola podría haberse beneficiado, a cambio de un precio, en colaboración, al menos, con los investigados don Santos Cerdán León, don Koldo García Izaguirre y don José Luis Ábalos Meco, de la adjudicación de obras en beneficio de los intereses que promovía, hechos que, siempre con el carácter provisional que resultan propios del momento procesal en el que nos encontramos, pudieran considerarse como constitutivos de sendos delitos de integración en organización criminal y de cohecho activo», apostilla Leopoldo Puente.

En su declaración ante el juez, Alonso manifestó a pregunta de su defensa (sólo contestó a su letrado) que hizo esta transferencia a Fiadelso porque fiscalmente era deducible, y porque Servinabar hacía otras aportaciones de este tipo y que fue una cosa de amigos, de compromiso social», argumentó el empresario natural de Elgoibar (Guipúzcoa), el mismo municipio de procedencia del líder de Bildu, Arnaldo Otegi.

A pregunta de su letrado respecto a «por qué firmaron» él y Santos Cerdán el contrato de trasmisión de acciones de Serviabar 2000 SL, Alonso declaró que el resultado del PSOE en las elecciones de 2015 fue «muy malo» y que su amigo pensó en «dejar la política», indican fuentes jurídicas.

Fue entonces cuando le ofreció que se metiera en esta empresa de organización de eventos (luego cambió el objeto a proyectos de construcción y prevención de riesgos laborales). Junto a ello, Alonso manifestó al juez que era «un borrador de escritura, que no fue para adelante» y que Cerdán continuó en política. El empresario vasco agregó que el ex dirigente socialista -con el que siguió manteniendo una estrecha amista- rompió su copia del contrato, mientras que él le «gusta guardar sus papeles». De ahí que fuera hallado por la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil hace unas semanas en su domicilio de Elorrio (Vizcaya).

También en su declaración ante el juez el pasado 30 de junio, Santos Cerdán, hoy en prisión provisional en Soto del Real (Madrid), alegó sobre dicha escritura que «nunca se llevó ante notario ni se ejerció el pago», aseguró el ex secretario de Organización del PSOE y ex diputado por Navarra.

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