España
'Caso Villarejo'

El juez del ‘caso Villarejo’ imputa a Cospedal y a su marido por el espionaje a Luis Bárcenas

El juez imputa Cospedal y a su marido por prevaricación, descubrimiento y revelación de secretos y malversación

La Fiscalía Anticorrupción pide imputar a Fernández Díaz y Cospedal por el espionaje a Bárcenas

El juez Manuel García-Castellón ha imputado a la ex secretaria general del PP María Dolores de Cospedal  y a su marido, el empresario Ignacio López del Hierro, en la operación Kitchen por el espionaje al ex tesorero popular Luis Bárcenas. El instructor del caso Villarejo responde así a la solicitud de la Fiscalía Anticorrupción tras analizar nuevas agendas del ex comisario José Manuel Villarejo que se encontraban bajo secreto de sumario.

El Ministerio Público solicitó al titular del Juzgado Central de Instrucción número 6 la imputación de María Dolores de Cospedal, de López del Hierro y del ex ministro Jorge Fernández-Díaz por la presunta comisión de delitos de prevaricación, descubrimiento y revelación de secretos y malversación de caudales públicos en la pieza separada número 7 del caso Villarejo, denominada Kitchen, en septiembre del año pasado. El magistrado sólo respondió a una parte del escrito, la relacionada con el ex ministro del Interior, y citó como investigado a Fernández-Díaz.

Durante estos diez meses, el magistrado ha analizado el material incautado a Villarejo en su domicilio en noviembre de 2017. También, una batería de agendas halladas tras un registro realizado el año pasado en la operación desplegada en la pieza separada número 28 de la macrocausa. Estos nuevos indicios han llevado a la imputación de la ex presidenta de Castilla-La Mancha y el empresario.

«Os busco la ruina» 

El escrito del Ministerio Público recogía cintas grabadas subrepticiamente por el comisario José Manuel Villarejo a varios interlocutores. Los agentes de Asuntos Internos destacaron una conversación entre el ex agente infiltrado y el ex jefe de la Unidad Central de Apoyo Operativo (UCAO), Enrique García Castaño, conocido como El Gordo. En 7 de febrero 2017, El Gordo fue cesado al frente de la UCAO y se incorporó a la Jefatura Superior de la Policía de Madrid como Coordinador Zonal. Esto generó, según consta en el procedimiento, malestar tanto a Villarejo como al propio García Castaño, que trasladó su situación al ex secretario de Estado de Seguridad, Francisco Martínez, a quien le advierte: «Si saco el pendrive del Bárcenas ¿Qué pasa?»

Dos días después, Castaño mantuvo una conversación con el comisario jubilado y éste le propone que utilice la documentación que obtuvo en la operación Kitchen, operativo policial montado para robarle información sensible del PP al ex tesorero Bárcenas. En este encuentro, Villarejo le contó a El Gordo que le llamó «la Cospe» (María Dolores de Cospedal) para pedirle que «no delate a nadie». El comisario, según contó, le advirtió de que «les buscaba la ruina a todos y al primero al Barbas (Mariano Rajoy)».

«Pues yo, yo le habría dicho, dile al ministro que le busco la ruina y al secretario de Estado o a quien te haya dicho esto que les busco la ruina a todos, díselo, a ver si tienen cojones me… Lo que yo hice en 2012. En 2012, cuando el tema de Ignacio González, que me dijo el Cosidó ‘me das la información y no sé qué’ y lo mandé a cagar y tal y cual, le dije a Pino, digo transmítele que le monto un chocho a todos que se cagan. Y por la tarde me llamó y no que ha habido un error, que tal y que cual, me llamó la Cospe, ‘joder no delates a nadie’, que tal… Y yo, ¿cómo que no? Os busco la ruina a todos y al primero al Barbas, a tomar por culo! Yo que tú, macho, con toda la información que tienes, con todo el éste, que has contratao los canutos, que tal… no me jodas, tronco, si lo tienes todo!», manifestó Villarejo a Enrique García Castaño.

‘Operación Kitchen’

OKDIARIO desveló en noviembre de 2018 que el Ministerio del Interior utilizó fondos reservados que obraban en poder de Francisco Martínez, encargado de distribuirlos desde la secretaría de Estado de Seguridad, para llevar a cabo la operación de espionaje a la familia Bárcenas entre 2013 y 2015.

Para ello, pactaron con el delincuente Enrique Olivares el pago de una cantidad procedente de los fondos reservados a cambio de ejecutar el asalto a la vivienda de los Bárcenas. El objetivo era recuperar tres pendrives con información sensible del PP. Los responsables del plan adelantaron al mercenario 10.000 euros de los fondos y le prometieron otros 40.000 euros si la misión culminaba con éxito, algo que finalmente no ocurrió.

También sobornaron al chófer del ex tesorero popular, Sergio Ríos, quien realizó una labor de confidente y por la que recibió 2.000 euros netos mensuales durante dos años. En total, el topo cobró 48.000 euros por su papel como infiltrado y fue premiado con el ingreso en la academia de la Policía Nacional y la consiguiente entrega de una plaza en la escala básica.