España
Escándalo en Sumar

Errejón en 2016: «El feminismo está consiguiendo que cada agresión sea una vergüenza para el país»

"Las mujeres que las sufren la violencia se sienten un poco más arropadas para denunciarlo"

Íñigo Errejón ha dejado este jueves la política nacional tras haber sido señalado en las redes sociales por violencia machista. «El movimiento feminista está consiguiendo que cada violación no se una vergüenza para la víctima, sino para el país», aseguró el ex dirigente de Podemos y Sumar en una entrevista de 2016. En el comunicado emitido para anunciar su dimisión, Errejón ha hecho referencia una serie de «errores» que espera «reparar» tras dejar la política. «Termino la etapa más importante de mi vida. Una etapa dura y apasionante. Con aciertos de los que estoy orgulloso y errores que espero contribuir a reparar con esta decisión», sostiene en su comunicado.

Hace 8 años, cuando era diputado y portavoz de Podemos en el Congreso, celebró de que las mujeres que sufrían agresiones sexuales se sintiesen «más arropadas para denunciarlo», mostrándose «optimista» por este nuevo panorama. «Yo no creo que haya más agresiones que otros años. Lo que creo es que las mujeres que las sufren se sienten un poco más arropadas para denunciarlo. No sólo para denunciar una violación con penetración, sino para denunciar todos los abusos, violencias o situaciones incómodas que son escalones que conducen hasta la violación», defendió por aquel entonces.

Íñigo Errejón también se mostraba orgulloso por de que la sociedad redujese su nivel de tolerancia frente a la violencia machista que sufren las mujeres. «Hemos bajado el nivel de tolerancia para reconocer que no sólo hace falta una violación espectacular para que nos indignemos, sino que como sociedad nos comprometemos a que todas las formas de violencia contra las mujeres que no respetan el cuerpo de la mujer, que es territorio soberano exclusivamente de esa mujer, sean erradicadas», señaló.

El cofundador de Podemos se alegró de que hubiese «acompañamiento institucional» a las víctimas de violencia machista. «Hay mejor acompañamiento institucional, para que toda mujer que se sienta violentada pueda denunciar y al denunciar no se convierta a ella en la investigada, sino que tenga ayuda, tenga acompañamiento, tenga protección», indicó.

«Y luego creo que ha habido un gran trabajo del movimiento feminista para concienciarnos de que de que son situaciones intolerables, es decir, para que todo eso hoy sea mucho menos defendible en España. Y eso ha sido un trabajo cultural. Los cambios políticos siempre son, en primer lugar y fundamentalmente cambios culturales que luego se reflejan en transformaciones institucionales», agregó en una entrevista concedida a Diario Público.

«Falta muchísimo por hacer»

Íñigo Errejón defendió en 2016 que se había producido una «victoria cultural» que logró que cada agresión sexual fuese «una vergüenza para el país». «Una victoria cultural que está consiguiendo. Falta mucho, pero que está consiguiendo el movimiento feminista. Es que cada violación, que cada agresión no sea una vergüenza para la víctima, sino que sea una vergüenza para el país. Y eso es una transformación cultural que me parece que antecede los cambios institucionales», aseguró.

Sin embargo, el hasta ahora portavoz de Sumar afirmó que todavía quedaba «muchísimo trabajo por hacer». «Es más, alguna de la gente que trabaja en formación y en pedagogía, en las escuelas y en los institutos, alarma sobre el retorno o la pervivencia de algunos de los peores tópicos machistas en las relaciones entre chicos y chicas o en los conceptos que tienen sobre la sexualidad, sobre la relación entre ellos.

«Yo creo que falta un compromiso cultural, pero también por parte de los actores políticos y sin duda de los medios de comunicación, que son quienes más son capaces de producir un tipo de arquetipos sobre la relación entre mujeres y hombres, entre mujeres y mujeres, hombres y hombres y sobre la sexualidad. Falta un compromiso cultural, institucional que se traduzca, digamos, en un horizonte muy concreto. Queremos vivir en un país donde las mujeres no tengan miedo», apostilló.