Inda en Telemadrid: «Franquito Sánchez quiere que sea ilegal contar la presunta corrupción de Begoña»

El director de OKDIARIO denuncia el plan de censura impulsado por el presidente y líder del PSOE

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Roberto Pérez
  • Roberto Pérez
  • Periodista y licenciado en Ciencias Políticas. Especialista en sector público, economía política y presupuestaria, e instituciones político-administrativas. Trabajó para Agencia Efe y Cope, ejerció durante más de 20 años en ABC -etapa que incluyó el ejercicio temporal de la corresponsalía de Nueva York- y actualmente es subdirector de OKDIARIO.

El director de OKDIARIO, Eduardo Inda, ha sido contundente en Telemadrid al ser preguntado por la «ley de regeneración» que prepara el Gobierno de Pedro Sánchez para limitar la libertad de información de medios de comunicación que le son incómodos y a los que se refiere despectivamente como «tabloides digitales» y «pseudomedios». A preguntas de la televisión autonómica madrileña, Eduardo Inda ha sido tan rotundo como nítido: «Lo que quiere Sánchez es ser Franquito» y lanzar una ley con afán de censura, para que «contar la presunta corrupción de Begoña Gómez sea ilegal».

Los informativos de Telemadrid abordaron este domingo las consecuencias que puede tener esa intentona de Pedro Sánchez, y lo han hecho recabando el análisis de Eduardo Inda. Para el director de OKDIARIO no hay duda: lo que el Gobierno presenta como «ley de regeneración» emula a la dictadura franquista.

«Recuerda a la Ley de Prensa e Imprenta de Manuel Fraga en el año 1966» para imponer en la práctica la censura de noticias no deseadas por el actual inquilino de Moncloa, «de tal suerte que contar la presunta corrupción de Begoña Gómez sea ilegal o muchísimo más complicada», ha afirmado Eduardo Inda en Telemadrid.

La familia presidencial, imputada

Begoña Gómez está imputada judicialmente por los presuntos delitos de corrupción en los negocios y tráfico de influencias. Su socio Carlos Barrabés también está imputado en esta causa. Y, a la par, hay otra investigación abierta contra el hermano de Pedro Sánchez, el músico David Sánchez –que se hace llamar David Azagra–, por otro caso de presunta corrupción.

El intento del presidente del Gobierno y líder del PSOE, obedientemente secundado al unísono por sus cargos sanchistas y por sus ministros, se da de bruces con los derechos fundamentales que consagra la Constitución: que protege como pieza esencial de la democracia el efectivo ejercicio de la libertad de expresión y el derecho ciudadano a la información. El límite legal ya lo impone en sí mismo el Código Penal, con la regulación de los delitos de injurias y calumnias, que castigan incluso con prisión la difusión de informaciones falsas que afectan a la honorabilidad personal.

La realidad es que, pese a que el presidente y su corte política insisten en calificar de «bulos» las informaciones sobre el caso de presunta corrupción de su esposa, Begoña Gómez, no consta que ni el presidente, ni su mujer ni el hermano músico de Sánchez hayan emprendido acción legal alguna contra ningún medio de comunicación por ninguna de las informaciones que han desvelado los manejos de la familia presidencial.

Presunta corrupción

Sánchez tampoco ha comparecido en el Congreso para dar explicaciones por estos casos de presunta corrupción, de los que también se vienen haciendo eco los más destacados medios informativos internacionales. Y la imputada Begoña Gómez incluso se atrinchera en su silencio ante el juez que investiga sus negocios bajo sospecha, en los que ha sido su socio el empresario Carlos Barrabés, también imputado tras desvelarse que mantuvo reuniones en la Moncloa. Barrabés se ha visto beneficiado desde entonces con millonarios contratos adjudicados por el Gobierno de Sánchez.

Hasta la fecha, Begoña Gómez ya ha tenido que acudir dos veces a los juzgados de la madrileña Plaza de Castilla para sentarse ante el juez instructor, al que de paso vienen atacando desde el Gobierno y el PSOE por seguir adelante con esta investigación. La esposa de Sánchez se ha negado a declarar las dos veces que ha comparecido ante el juez. Eso sí, ha acudido a los juzgados en coche oficial y rodeada de un gran despliegue policial para impedir que los medios de comunicación no sólo no pudieran preguntarle ni acercarse a ella, sino para que tampoco pudieran tomar imágenes de Begoña Gómez ante los tribunales. Pese a ese desorbitado blindaje pagado con medios públicos, OKDIARIO sí ha conseguido desvelar imágenes de la esposa de Sánchez en sede judicial.

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