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El historiador Debasa sobre la crisis del coronavirus: «Nos jugamos el modelo socioeconómico»

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Felipe Debasa Navalpotro, profesor universitario y experto en China, afirma que la historia nos aporta interesantes lecciones para afrontar la actual cuarentena por el coronavirus. Además, alerta de que esta crisis puede ser el caldo de cultivo para populistas que quieren acabar con el sistema político y económico actual.

Este doctor en Historia y docente en la Universidad Rey Juan Carlos comenta, en una entrevista con OKDIARIO, que «la sociedad tras esta pandemia será diferente, hemos aprendido cosas como darle un valor diferente a las cosas».

PREGUNTA: ¿Cómo vive un historiador como usted esta cuarentena?

RESPUESTA: Es la situación más excepcional en Europa desde el final de la II Guerra Mundial. El ser humano se enfrenta a uno de sus mayores depredadores: los virus. Podría resumirlo con: “Nuestros abuelos fueron a la guerra y a ti sólo te piden que te quedes en casa”. El Gobierno de China recuerda constantemente a sus ciudadanos que “esto es una guerra” y que por tanto “hay que comportarse como en una”. Hay que entender que una pandemia es una guerra y la cuarentena es la herramienta para vencer.

P: ¿Qué grandes lecciones nos aporta la historia para afrontar estos días?

R: De la noche a la mañana este suceso no previsto cambia radicalmente la vida a todos. La situación actual no se parece a una guerra salvo por una cosa: el miedo. A nadie le va a faltar comida, agua o un techo caliente. Pero tenemos miedo y genera angustia. La segunda lección aprendida, por ejemplo, con lo del papel higiénico, es que a partir de ahora vamos a dar un nuevo valor a las cosas, ¿qué es lo esencial y qué es lo accesorio?

Por último, la Constitución española ha mostrado ser una herramienta útil para luchar en este escenario. Cuando hay muchos que vilipendian a nuestra Carta Magna, ahora es cuando los padres constitucionales merecen un reconocimiento. ¿Se imaginan el caos si el ordenamiento jurídico no hubiera previsto este tipo de situaciones?

P: ¿Qué pandemias y cuarentenas mencionaría por sus similitudes con el momento actual?

R: A lo largo de la historia se han producido muchas pandemias. Las más famosas en occidente son las de las 10 plagas de Egipto y la peste negra. Esta última se llevó por delante al 30% de Europa en el siglo XIV. El nombre de cuarentena proviene del italiano “quaranta giorni” (cuarenta días), que era el tiempo que aislaban los barcos en la República de Venecia durante la época de la Peste Negra. ¿Por qué 40 y no 30? Por motivos bíblicos: 40 días estuvo Jesús en el desierto, 40 días duró el diluvio universal, 40 décadas estuvieron esclavizados los judíos en Egipto y cuando escaparon, 40 años duró la marcha por el desierto. Ah, y 40 son los días de la cuaresma que ahora comenzamos. Parece una ironía del destino.

Lucha contra el coronavirus en Italia. (Foto: EP)

La esperanza de vida de nuestros bisabuelos era de 40 años, y en muchas partes del mundo a comienzos del siglo XX, apenas llegaba a los 25 años por enfermedades hoy erradicadas. Por ejemplo, la viruela, que se ha cobrado más de 300 millones de vidas. Está erradicada desde 1980 y fueron españoles hace 200 años quienes organizaron la primera expedición sanitaria global de la historia para erradicarla: la Real Expedición Filantrópica de la Vacuna.

P: ¿Qué diferencia esas situaciones con la actual?

R: Aislar a los enfermos está en la Biblia y en la historia. Lepras, sífilis, fiebre amarilla, cólera, etc. Ahora hacemos una cuarentena en casa, cómodos, con Netflix y la nevera llena. ¿Se imaginan hacer la cuarentena sin Internet? Tal vez nuestros nietos vean al coronavirus como nosotros vemos ahora la lepra. Ahora los virus y las bacterias son los únicos que podrían acabar con el ser humano. Cabe recordar las constantes alertas de no abusar de antibióticos para no hacer a las bacterias superresistentes.

P: ¿Destacaría algún error en esos episodios históricos que convendría no repetir?

R: Dirijo un máster sobre Unión Europea y China y tengo bastantes estudiantes allí. Me cuentan que lo que hicieron en China en los momentos más duros no se está haciendo aquí Hemos empezado muy tarde. La gestión de este tipo de crisis son competencia de los Estados y no de las Instituciones Europeas. Desde algunos medios de comunicación, los mismos que hace 10 días nos llamaban alarmistas a los que advertíamos el peligro, se empiezan a escuchar voces que quieren culpar del desaguisado a Europa, cuando no tiene competencias.

P: ¿Hay alguna actividad que sirvió a sociedades que vivieron cuarentenas que nos pueda ayudar a sobrellevar a nosotros estas semanas?

R: Como historiador me imagino cómo es la vida en una embarcación del siglo XIV y no me apetecería estar con una gripe en esas condiciones. Somos humanos y necesitamos el contacto con nuestros semejantes. Por ejemplo, profesores universitarios hemos impulsado un ateneo virtual. Todas las tardes nos juntamos por videoconferencia un montón de personas para hablar y debatir y fortalecer nuestra socialización. Aprendemos algo, conocemos gente y escuchamos.

P: ¿A las sociedades que se han visto en estas situaciones les quedó algún trauma o cambio de usos y costumbres que pueda reproducirse en nuestra generación?

R: Tras las guerras, si hay futuro a la vista, la gente agacha la cabeza y se pone a trabajar. En caso contrario, surge el caldo de cultivo para populistas, dictadores o revueltas. Ahora mismo se está gestando en España movimientos que quieren ponerlo todo patas arriba. La sociedad que resulte tras esta pandemia será diferente a la que había antes. Algo que hemos aprendido es a darle un valor diferente a las cosas.

El profesor de Historia, Felipe Rodolfo Debasa Navalpotro.
El profesor de Historia Felipe Rodolfo Debasa Navalpotro.

P: ¿Es cierto lo que se suele comentar de que el nuestro era el periodo de tiempo más pacífico que se registra sin guerras ni crisis de este calado?, en otras palabras, ¿ya tocaba una situación así tras tantos años de paz?

R: Gracias a la construcción europea que nació buscando la paz, en Europa hemos disfrutado del período de paz más largo en la historia de la humanidad. Setenta años sin guerra al frenar el enfrentamiento secular entre Francia y Alemania. Con  la desaparición del comunismo estaba claro que ya no se iban a producir guerras entre países, como dijo Huntington. Muchos han alertado del peligro de virus, pero no se les atendió. Bill Gates habló en una charla TED en 2015 sobre una pandemia, pero antes también lo hicieron otros.

P: ¿Le preocupa como historiador las consecuencias económicas que puede tener el coronavirus?

R: Mucho. Y sobre todo que a río revuelto ganancia de pescadores. Están en juego los modelos político y económico. El paciente es la democracia y en juego la libertad.

P: ¿Qué grandes riesgos ve desde el enfoque histórico?

R: Esta crisis probablemente bajará las estadísticas de esperanza de vida. Muchos pensábamos que pronto la gente podría llegar a vivir 120 años, pero no contábamos con esto. No sabemos si cuando llegue el invierno al hemisferio sur el coronavirus se trasladará allí y si cuando encuentren una vacuna, este mutará. Tal vez nos queden años duros por delante y haya que replantearse el modelo social en su conjunto. Por eso hay que estar alerta ante populistas que prometan recetas cavernarias de retornar a modelos de vida paleolíticos. Lo que está en juego son la libertad y la democracia.

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