España
Ministerio del Interior

La Guardia Civil de Huelva lucha contra el narcotráfico con una furgoneta cedida de más de 20 años

La patrulla fiscal, encargada de vigilar 120 km de costa, lleva medio año sin vehículo propio

La Guardia Civil de Huelva lucha contra el narcotráfico con una furgoneta de más de 20 años que le ha sido cedida por otra unidad. Lejos del discurso triunfalista del ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, en la lucha contra los narcos, ésta es la cruda realidad de la patrulla fiscal, encargada de vigilar 120 kilómetros de costa frente al tráfico de drogas, el contrabando y las redes internacionales de tráfico de personas. Desde la desembocadura del Guadalquivir hasta casi el límite con Portugal.

Ha sido la asociación Independientes de la Guardia Civil (IGC), la que ha dado la voz de alarma a OKDIARIO, denunciando que «los avances en la lucha contra el narcotráfico y el contrabando que asegura Interior no se traducen en una mayor capacidad operativa en zonas clave como el Campo de Gibraltar o la provincia de Huelva», donde la falta de medios dificulta la lucha contra esta lacra.

Según informa, la unidad de Huelva que lucha contra el narcotráfico lleva «medio año sin vehículo propio», al haber sido dado de baja debido al desgaste del único que tenía: un todoterreno que «sí era adecuado para acceder a los arenales y zonas de difícil acceso». 

La solución temporal que se ha dado a estos guardias civiles ha sido la cesión de una furgoneta con más de 20 años de servicio. Sin embargo, a juicio de los propios agentes, «por sus características y antigüedad este vehículo no reúne las condiciones adecuadas para garantizar la prestación de un servicio de calidad y realizar una labor preventiva en la lucha contra el narcotráfico y el resto de cometidos».

David contra Goliat

Daniel Fernández, vicepresidente y portavoz nacional de la IGC, destaca la «desproporción creciente entre los medios materiales y económicos de los que dispone la narcoindustria y los recursos operativos que se asignan a los guardias civiles encargados de combatirla».

Además, para esta asociación es «especialmente preocupante el contraste entre los discursos institucionales que apuntan a supuestos avances en dotaciones materiales para la lucha contra el narcotráfico, y la situación que realmente se vive a diario sobre el terreno: de precariedad material en algunas de las unidades, con recursos obsoletos y falta de material». 

Los narcos actúan con medios cada vez más sofisticados, todoterrenos y lanchas de alta gama, mientras los agentes carecen de los medios materiales adecuados para combatir su actividad delictiva. Una situación que también pone en riesgo a los guardias civiles.

«No estamos hablando de una lucha justa, sino de la lucha de David contra Goliat, donde, además, la Guardia Civil ya sufre el ser tratada como una policía de segunda respecto a la situación de otras policías autonómicas», critica el portavoz de esta asociación, reclamando una urgente mejora de medios materiales, así como que se dote de más agentes a estas unidades desbordadas de trabajo.

Respecto a la situación en Huelva, las asociaciones se reunieron el pasado 3 de diciembre con la jefatura de la Comandancia destacando la necesidad de dotar de más vehículos a todas las unidades, pero desde el mando de la comandancia se informó que «pese a que se han solicitado más vehículos, la adjudicación depende de la disponibilidad de crédito presupuestario disponible para la adquisición y posterior adjudicación de los mismos, atendiendo a los criterios y prioridades de las unidades de todo el territorio nacional».

Recuperar el control sobre el territorio

IGC insiste en que es necesario que los guardias civiles «cuenten con ventaja tecnológica frente a la delincuencia, personal altamente especializado, inteligencia operativa y respaldo político firme para estar en condiciones de ganar la batalla en el litoral andaluz». «Para ello, la Administración tiene que recuperar el control y eso pasa por más plantilla, más medios materiales, más formación y más presencia sobre el terreno», precisa Fernández.

Esta asociación critica que mientras el crimen organizado aumenta su capacidad logística, desde el Ministerio del Interior se emitan «mensajes autocomplacientes que no reflejan la realidad operativa que viven los agentes». La asociación Independientes de la Guardia Civil asegura que la presión de trabajo de los guardias civiles es constante y creciente, y que buena parte del éxito en la lucha contra estas redes criminales se debe exclusivamente a la profesionalidad y entrega de los agentes.