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El Gobierno incumple su palabra y compra a Israel tecnología para el plan de rearme

La secretaria de Estado de Defensa aseguró que España iba hacia "un proceso de desconexión" de la tecnología israelí

El Gobierno de Pedro Sánchez recula, incumple su palabra y contratará a Israel tecnología para el plan de rearme. Pese a que la secretaria de Estado de Defensa, Amparo Valcárcel, aseguró que España iba hacia «un proceso de desconexión» de la tecnología israelí, el Ejecutivo finalmente rectifica para cumplir con el compromiso adquirido ante la OTAN de llegar al 2% del PIB en inversión en defensa.

Este martes se ha aprobado un real decreto para la concesión directa de préstamos llamados a financiar hasta nueve proyectos estratégicos para las Fuerzas Armadas. En el mismo, se contradicen las palabras de la secretaría de Estado de Defensa al respecto de un distanciamiento tecnológico con Israel y se reconoce la necesidad de recurrir a la transferencia de tecnología desde la empresa israelí Elbit System. Todo ello, debido a que «la industria nacional no dispone actualmente de la suficiente capacidad para la fabricación y suministros de los sistemas requeridos».

La alternativa a la incapacidad de suficiente suministro tecnológico de las empresas en España se palia con una transferencia de la tecnología de Elbit System, que permite que el 90% del aparato se pueda fabricar en territorio español. Según el texto del real decreto, en su anexo I, el ministerio de Industria ha tomado esta decisión para «alcanzar el grado de capacitación industrial estratégica a nivel nacional necesario para cubrir sus principios fundamentales».

Con respecto a la compra de tecnología a Israel, se habla del complemento de adquisición de «sistemas disponibles en el mercado para garantizar la interoperabilidad y disponer de formas de coalición».

La contradicción con Israel

La secretaria de Estado de Defensa, Amparo Valcarce, aseguró hace unas semanas que «lo más importante» era que España apostaba «por la autonomía estratégica». Es decir, «poder tener capacidad de diseño, pero también operativa de las capacidades militares». Para ello, detalló que se necesitaba «soberanía tecnológica» y «seguridad del suministro que no se vea afectada por la situación de guerra y violencia ni problemas diplomáticos o por razones de índole humanitaria».

La mano derecha de Margarita Robles en Defensa indicó que aunque «España no compra ni vende armas a Israel» sí tiene «relaciones comerciales y en algunos casos dependencia tecnológica y solo tecnológica». Aun así, admitía que «para conseguir autonomía estratégica», se necesitaba «cero dependencia tecnológica». Para ello, anunció que se pondría en marcha «planes de desconexión que garanticen plena autonomía, y que doten a las fuerzas armadas de las capacidades». En todo caso, aclaró que no estaba «en riesgo ningún programa».