El Gobierno en ‘estado de alarma’: pierde a sus socios y ve peligrar la legislatura

En Moncloa insisten en que ese 'plan B' no existe conscientes que eso sería visto como un signo de debilidad del Gobierno

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El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez.
Joan Guirado
  • Joan Guirado
  • Corresponsal de Gobierno y Casa Real. Siguiendo la actividad del presidente y líder del PSOE, Pedro Sánchez, y del Rey de España. También política catalana.

La confianza de la oposición en el Gobierno se agota. Como la de sus socios. Hasta ahora, prácticamente todos los grupos parlamentarios han dado un cheque en blanco al Ejecutivo para gestionar la crisis del coronavirus con tres prórrogas del estado de alarma. Pero Pedro Sánchez quiere una cuarta y seguramente una quinta y una sexta. Hasta finales de junio. Con España en situación de excepción ,Sánchez tiene el mando único y todos los poderes para tomar decisiones sin pedir permiso.

Si el miércoles el Congreso no autoriza al Consejo de Ministros prorrogar 15 días más el estado de alarma, Moncloa tirará de lo práctico y aprobará un nuevo Real Decreto. De momento los separatistas de JXCat y ERC ya han anunciado su voto en contra de la prórroga. El PP, como mucho, se abstendrá.

Sería el famoso ‘plan b’ que los ministros niegan a diario, para demostrar determinación, pero que ya empieza a hacerse necesario. Ese movimiento le permitiría ganar quince días hasta que, a finales de mayo, tuviera que volver a pedir el apoyo de la cámara baja si lo quiere volver a prolongar.

Con un nuevo estado de alarma decretado, con alguna pequeña variación, el Gobierno se asegura mantener el mando único y con ello el control de la sanidad y la seguridad autonómicas y la orden de confinamiento. Mientras España esté situada en un estado de excepción puede continuar limitando la movilidad e imponiendo sanciones a quienes se salten las indicaciones del Gobierno.

Fuentes de Moncloa aseguran que «el Gobierno está fuerte y unido». Es la impresión que quieren vender «aunque algunos quieren debilitarnos». Evidenciar más discrepancias de las ya conocidas pondría en jaque al gabinete de Pedro Sánchez. Con un gobierno sin rumbo, la confianza de incluso sus socios podría agotarse del todo. Y eso implicaría el fin de la legislatura y una nueva convocatoria electoral.

Los nervios de esta semana con la prórroga del estado de alarma, admiten en el PSOE, son similares a los que posiblemente vivirán cuando toque negociar la aprobación de los Presupuestos Generales del Estado. La última vez que eso ocurrió, con ERC dando la espalda al Gobierno, Sánchez optó por acabar convocando elecciones anticipadas. Ahora, además, ese momento se juntará con la inhabilitación de Quim Torra y las elecciones catalanas. En octubre, pues, su socio preferente de Esquerra lo volverá a tener muy difícil para facilitar las cuentas.

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