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Feijóo no quiere a Vox en Agricultura en Castilla y León: «La convertiría en una fábrica de votos»

Las negociaciones entre PP y Vox para conformar el próximo Gobierno de Castilla y León han entrado en un impasse. El choque que aún no ha facilitado el acuerdo final de investidura de Alfonso Fernández Mañueco como presidente regional -y de Juan García-Gallardo como vicepresidente- gira en torno a la Consejería de Agricultura. La gran deseada. Una prioridad desde el primer momento para Vox y sobre la que Mañueco no ponía especial problema. Pero no así Alberto Núñez Feijóo: «Se resiste a perder Agricultura porque considera que Vox puede convertir su gestión en una fábrica de voto rural a nivel nacional», explican fuentes de la negociación.

Se cierra la semana clave para la investidura en Castilla y León, y lo hace sin acuerdo entre el PP y Vox para la confección del futuro Ejecutivo regional. Las negociaciones, que ya cumplen varias semanas en marcha, se encuentran en estos momentos en «punto muerto». Tanto desde Vox como desde el PP se ha aireado que el punto de fricción principal es la Consejería de Agricultura. La principal de las peticiones que ha planteado Vox al PP desde el primer minuto de negociación. Las otras dos consejerías apuntan a ser Cultura e Industria, que podría intercambiarse por Fomento.

El escollo principal del acuerdo, apuntan fuentes de Vox, son los cambios de posición en el tablero que se vienen produciendo desde que Alberto Núñez Feijóo ha ganado voz en las negociaciones. Según explican, el que será próximo presidente del Partido Popular ha trasmitido a los suyos que Agricultura es un objetivo estratégico irrenunciable para el PP en una región como Castilla y León. Posiblemente, la más afectada de España en cuanto a la despoblación rural y donde más se deja sentir esa «España vaciada» que Vox ha convertido en palanca de votos.

A por la España vaciada

Y es precisamente esa posibilidad, que Vox convierta su gestión en el agro castellanoleonés en una fábrica de votos de la «España vaciada», la que asusta a la nueva dirección del PP. Se entiende que, a medio plazo, la gobernabilidad de España va a depender en gran medida de esas plataformas provinciales al estilo de Soria Ya, que dio el campanazo en las pasadas elecciones regionales obteniendo 3 escaños en una provincia que no llega a los 90.000 habitantes.

El PP comparte con Vox, explican fuentes internas de la formación de Abascal, que una consejería de Agricultura es una palanca de voto en ese aspecto. Lo conseguido al frente de esa gestión puede ser punta de lanza de una futura campaña electoral a nivel nacional en la que Vox pueda mostrar los efectos de su primera experiencia al frente de un Gobierno. Un primer despliegue de algunos de los puntos fundamentales de su Agenda España, el documento programático que presentó Vox en octubre de 2021 y que sirve de guía ideológica al partido. Lo admitió así Juan García-Gallardo en una entrevista con OKDIARIO, cuando anunció que con la entrada de Vox en su primer Gobierno, «los españoles van a saber cómo gestiona Vox».

Dispuestos a romper

Desde ambas formaciones se muestran convencidas aún de que el acuerdo llegará. Y que lo hará pronto, a principios de la próxima semana como muy tarde. Sin embargo, todos los escenarios están sobre la mesa. Incluso el de la ruptura.

El fin abrupto de las negociaciones entre PP y Vox llegaría, anuncian fuentes involucradas en la negociación, si los populares se enrocan con Agricultura.