España
INFIERNO EN BEJÍS

Este es el documento que prueba que la Generalitat de Puig debió dar la alerta al ‘tren del pánico’

Una de las preguntas que sigue sobrevolando el viaje al infierno del ‘tren del pánico’ de Bejís (Castellón) es a qué administración le correspondía dar la señal de alerta a Renfe y al Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (Adif) para evitar que el tren quedase atrapado en el fuego como finalmente ocurrió. Dicho de otro modo, ¿cómo es posible que un tren circule asediado por lenguas de fuego? Las respuesta está en un documento elaborado por la propia Generalitat Valenciana titulado Plan Especial frente al riesgo de incendios forestales que especifica que el Sistema Integrado de Gestión de Emergencias de ‘1·1·2 Comunidad Valenciana’ será el encargado ante un incendio de «coordinar la información» con «los servicios operativos de protección civil, extinción y salvamento» cuya lista de servicios integrados incluye a Adif.

Este extenso documento explica detalladamente los pasos a seguir en caso de enfrentarse con un incendio forestal. Ante un caso como el voraz incendio de Bejís, se activa el Sistema Integrado de Gestión de Emergencias de «1·1·2 Comunitat Valenciana» que recibe las llamadas del ciudadano al número único 1·1·2, «recoge los datos de los incidentes y los canaliza a través de la red a las agencias encargadas de la gestión de los mismos». Y una de esas agencias es Adif.

La propia Generalitat Valenciana presume de que el «Sistema Integrado de Gestión de Emergencias de «1·1·2 Comunitat Valenciana» es la herramienta prioritaria de coordinación multidisciplinar, de manera que todas las agencias pueden acceder simultáneamente a toda la información y recursos necesarios». ¿Cómo es entonces que contando con un sistema de comunicación tan eficaz la Generalitat no avisara a Adif y Renfe de detener aquel tren de media distancia 18506 que realizaba el trayecto Valencia-Zaragoza antes de adentrarse en el infierno de Bejís?

Emergencias

Este documento recuerda otro dato esencial: la Generalitat asigna las funciones relacionadas con la protección civil a la Agencia Valenciana de Seguridad y Respuesta a las Emergencias. Creada en 2017, una de sus funciones es la «efectiva dirección y gestión de las políticas de la Generalitat en materia de protección civil y emergencias y extinción de incendios forestales». Esta agencia, que depende la Conselleria de Justicia, Interior y Administración Pública que controla Gabriela Bravo, pareja de Ximo Puig, ha abierto una investigación interna para esclarecer el suceso.

La confusión en torno a quién debió dar la señal de alarma ha sido total, en parte alimentada por los propios implicados. El Sindicato Español de Maquinistas señaló que hubo una falta de coordinación, pues «la Delegación del Gobierno y Emergencias [que depende de la Consejería de Justicia, que dirige la socialista Gabriela Bravo] son quienes tienen que dar ese aviso» que no se produjo. Por otro lado, fuentes del Sindicato Ferroviario entendían que esa alerta debió salir de «Emergencias y Protección Civil» mientras que el digital sanchista El Español señaló al Consorcio de Bomberos como los responsables de dar la alerta.

Vivos de milagro

El tren salió de Valencia el martes 16 de agosto a las 16:23 con 30 viajeros. Durante el trayecto suben 21 viajeros y bajan 2, por lo que en el momento de la incidencia hay 49 viajeros a bordo del tren. El Centro de Regulación de la Circulación de Adif autorizó la salida del tren desde Valencia porque no tuvo conocimiento de ningún incidente en la vía en la zona. Nadie avisó al gestor de infraestructuras de un posible incidente en la vía. Sobre las 17:54 la maquinista detiene el vehículo porque observa una intensa lluvia de cenizas y humo. Se pone en contacto con el Puesto de Mando Circulación para preguntar si hay algún incendio en las proximidades informando éste a la maquinista que desconoce esa información tanto en ese momento como en el momento de la salida del tren desde Valencia.

El protocolo establece que la autoridad, operador o gestor de la infraestructura que detecta primero un incidente en la vía debe comunicarlo al resto para la toma de medidas de acuerdo con las circunstancias. Durante la conversación, la maquinista observa que hay llamas en las proximidades y comunica que va a cambiar de cabina y retroceder, facilitando el número de teléfono móvil al Puesto de Mando (PM), quien autoriza su retroceso hasta la estación de Masadas Blancas. Ante la dificultad de los accesos a esta estación, el PM indica a la maquinista que continúe hasta la estación de Caudiel, donde estarán movilizadas las fuerzas de seguridad y servicios sanitarios.

En el proceso de cambio de cabina, se produjeron en el interior del tren situaciones de tensión y alarma debido a que varios pasajeros quisieron abandonar el tren y lo hicieron a pesar de las advertencias de la maquinista de que no es seguro. Se activan los sistemas antiincendios y freno automático al romper algunos pasajeros las ventanas de emergencia con los machos y la maquinista debe rearmar el tren para reiniciar la marcha y retroceder. A las 18:20 la maquinista reanudó con marcha a la vista recogiendo personas que van corriendo por las inmediaciones de la vía en dirección Caudiel (Castellón), algunas de ellas con quemaduras de distinta consideración.

Alertado 20 minutos tarde

El ‘tren del pánico’ de Bejís no fue alertado del fuego hasta las 18.12, casi 20 minutos después de haberse enfrentado tanto a las llamas como a la desesperación de parte del pasaje, cuando el convoy ya se encontraba en la localidad de Caudiel y el peligro había pasado. Así lo han confirmado fuentes del Sindicato Ferroviario a OKDIARIO, que han añadido que en el momento de la partida la vía se encontraba «expedita», aunque ni este sindicato ni Adif han explicado qué organismo les dio esa alerta tardía.

El asunto está siendo investigado por parte del Juzgado de Instrucción Número 4 de Sueca, que ha solicitado a la Agencia Española de Meteorología (Aemet) información acerca de las condiciones atmosféricas. También, Renfe elabora un informe y a nivel parlamentario, el PP reclama la comparecencia del presidente de la Generalitat Valenciana el socialista Ximo Puig, mientras que Ciudadanos ha calificado lo ocurrido de «negligencia».