CRISIS DEL CORONAVIRUS

Los epidemiólogos temen la ‘tormenta perfecta’ del Covid con los viajes de regreso del Año Nuevo chino

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Pelayo Barro

Pese a que la situación actual de la pandemia en España es una de las más relajadas desde su inicio en 2020, los epidemiólogos no pierden de vista la explosión de contagios sin precedentes que está viviendo en estos momentos China. Pero sobre todo señalan una dura prueba que está por venir en las próximas semanas: el Año Nuevo chino, que se celebra el próximo 22 de enero. Tras varios años sin poder viajar, los ciudadanos chinos residentes en España -unos 250.000 en total, muchos de ellos en Madrid- podrán hacerlo sin restricciones a partir del 8 de enero. Y gran parte de ellos provienen de la provincia de Zhejiang, una de las más afectadas del país y que está a punto de alcanzar un pico de contagios de 2 millones de casos diarios. El retorno de esos viajes puede convertirse en una tormenta perfecta para los aeropuertos españoles.

Pese a la grave crisis sanitaria que vive China actualmente, los chinos residentes en España están de enhorabuena: tras varios años de duras restricciones para entrar a su país de origen, que incluían severos confinamientos e incluso la denegación de acceso en frontera, a partir del próximo 8 de enero podrán volver sin problema a sus hogares. La fecha, además, coincide con el preludio del Año Nuevo chino o la Fiesta de la Primavera china. Se trata de la mayor migración humana que se produce en todo el planeta cada año, superando los 1.000 millones de desplazamientos. Pese a que la cita principal es la noche del 21 al 22 de enero, cuando las familias se reúnen a cenar en la casa de su miembro más longevo, los festejos comienzan hasta 40 días antes de esta fecha. 

Con la relajación de esos requisitos de entrada a China por parte del gobierno de Xi Jinping, se espera que miles de ciudadanos chinos residentes en España aprovechen las fechas para viajar. Para algunos, incluso será la primera vez que puedan hacerlo desde el inicio de la pandemia.

La comunidad china en España no es una de las más numerosas, pero sí destaca que entre sus alrededor de 250.000 miembros la mayoría proviene de dos zonas concretas de la provincia de Zhejiang: la ciudad de Wenzhou (9 millones de habitantes) y el condado suburbano de Qingtian, una zona agrícola que aporta el grueso de la migración china a España.

Caos en Zhejiang

Se da la circunstancia de que esta provincia de Zhejiang se encuentra entre las más afectadas del país por el aumento de casos del Covid. Según admitieron las autoridades locales la pasada semana, cada día se registraba el contagio de un millón de personas en esta provincia, con unos 64 millones de habitantes. Pero lo peor está por llegar: entre esta semana y la siguiente se esperaba el pico de la ola, con cerca de 2 millones de contagios. Una situación que, según calculan los expertos, podría alargarse una semana. Es decir, se espera una bolsa de 14 millones de nuevos contagios en sólo siete días, coincidiendo con la apertura generalizada de los viajes y las vísperas del Año Nuevo chino.

Según las cifras que han recogido medios como EFE y Bloomberg, los hospitales de Zhejiang están colapsados desde hace tiempo, llegando a atender en suma en un sólo día a más de 400.000 personas. Hay más de 13.500 ingresados, aunque según las autoridades chinas tan sólo hay una persona con cuadro grave. De fallecimientos nada se sabe. Cabe recordar que durante el peor periodo de la pandemia, con cerca de 800 personas muriendo por Covid en España al día, China notificaba siete fallecidos en todo el país.

Madrid

Esta circunstancia no pasa desapercibida entre los técnicos epidemiólogos, cuyo trabajo consiste en adelantarse precisamente a estas situaciones. Y en este caso lo consideran un «potencial riesgo», y por ello estiman conveniente reforzar la vigilancia de entradas en frontera cuando la masa de viajeros retorne de China.

Mientras, en los aeropuertos de Madrid y Barcelona -los únicos que tienen conexión directa con China- se está aplicando un protocolo mucho más laxo que el que se había pactado con la Comunidad y la Generalitat. Si en un primer momento se estableció el cribado de todo el pasaje con test de antígenos, la realidad es que tan sólo se realiza a aquellos pasajeros que superen los 37,5 grados de temperatura corporal. Se obvia así el hecho de que existen infecciones asintomáticas.

Además, los controles se han implantado únicamente en los vuelos que llegan de China directamente -de momento sólo uno a Madrid-. Se ha dejado fuera a todos aquellos viajeros que lleguen desde el país asiático a través de otra escala en un país europeo, como puede tratarse de los aeropuertos de París, Helsinki, Roma, Milán, Ámsterdam o Frankfurt.

Madrid ha puesto el foco, además, en la realización de pruebas PCR a todos aquellos que den positivo en los test de antígenos, que de momento sólo se hacen a quienes muestren fiebre. El objetivo de esta estrategia, defiende Madrid, es detectar si detrás de esos 250 millones de contagios en China en apenas de un mes puede haber una variante nueva desconocida, que pueda tener mayor transmisibilidad o que suponga una potencial amenaza a la salud pública española. El mayor miedo: que haya una cepa frente a la que las vacunas actuales no ofrezca protección.

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