España
Consejeros de Prisa

Enfado en el PSOE por la influencia de ‘Los Migueles’ en Sánchez: «Sólo escucha a Barroso y Contreras»

En el PSOE miran con preocupación la influencia que dos hombres de Prisa como Miguel Barroso y José Miguel Contreras están teniendo en las decisiones de Pedro Sánchez. «Sólo escucha a Los Migueles», se quejan con resignación en el entorno del presidente. A Barroso y Contreras los socialistas les apodan Los Migueles, aunque ellos presumen de no tener carnet del PSOE y de trabajar gratis para el partido, «así te respetan y puedes mandar, de lo contrario no te hacen ni caso». Forman un tándem perfecto: el primero moldea como un artesano el lenguaje político y el segundo controla a la perfección la construcción de mensajes televisivos. Y son expertos en hacer negocios sin tener que poner un duro de su bolsillo: si en la etapa de Zapatero lo consiguieron a través de Jaume Roures, dueño de Mediapro, ahora engrasan al sanchismo con la pasta de Joseph Oughourlian, máximo accionista del grupo Prisa.

Testigos presenciales aseguran a OKDIARIO que detrás de la decisión de ir a elecciones anticipadas están los dos consiglieri de la Agrupación Miguel Yuste, como llaman en Ferraz a El País. Sánchez suele tomar las recomendaciones de ambos al pie de la letra, al punto de que también les apodan los susurradores. Ambos han ganado un enorme poder ocupando el hueco dejado por Iván Redondo en el búnker monclovita. Su argumento es que el sanchismo está vivito y coleando y que pese a todo, el PSOE es aún capaz de resistir una ola trumpista en las generales.

Por eso, no extraña que el diario El País, el principal órgano de propaganda del sanchismo, haya celebrado por todo lo alto la «arriesgada» decisión del presidente tras ser vapuleado por el PP de Alberto Núñez Feijóo en las elecciones autonómicas y municipales del 28M. «El PSOE no se hunde, pero cae, y ve cómo sus aliados a la izquierda sufren el castigo de acudir desunidos y enfrentados»; esta fue la lectura que hicieron en El País del batacazo de Sánchez. Por lo tanto, había margen para una jugada arriesgada con la que «Sánchez pusiera así a sus propios votantes potenciales y a los de los otros grupos de la mayoría ante la tesitura de decidir si dejan que gobiernen PP y Vox con los votos que lograron el domingo o se movilizan de forma rotunda para impedirlo», como resumía el corresponsal monclovita, Carlos Cué.

Pese al descalabro socialista, a El País le salían las cuentas: una extrapolación de votos de cara al 23J publicada después del 28M no le daba al PSOE la mayoría absoluta, pero sí una mejora de resultados en unas generales. «Con unos resultados como los del domingo, las derechas no habrían tenido mayoría absoluta en el Congreso», aseguraba su analista demoscópico, Ignacio Sánchez Cuenca. También aplaudían que, yendo a elecciones anticipadas, «Sánchez también evitaba meses de discusiones a su izquierda para ver cómo se organiza Sumar». Con ambos barcos semihundidos [Podemos y Sumar] y enfrentados todavía, «el PSOE puede recoger muchos náufragos», afirmaba con optimismo el columnista Víctor Lapuente, que elogiaba la decisión de ir a elecciones anticipadas por ser «racional».

¿Autocrítica? Casi ninguna. A lo sumo, reprochar al PSOE su error en campaña electoral de «ver al presidente anunciando en los mítines acciones de Gobierno percibidas como promesas electorales». La culpa del desastre de la izquierda debía ser asumida, para El País, por los socios de Sánchez: «Divididos, enfrentados, con múltiples marcas por todo el territorio nacional, su declive en estas elecciones es claro y el peligro de reproducir estos resultados en las generales y mermar las posibilidades de reeditar el Gobierno de coalición, evidente».

Prisa ‘asalta’ Moncloa

Miguel Barroso entró en el consejo de administración de Prisa el 23 de marzo de 2021 de la mano del francés Joseph Oughourlian como representante de Amber Capital. Su aterrizaje coincidió con el acercamiento de Pedro Sánchez al ala zapaterista del PSOE, de la que el ex marido de la fallecida Carmen Chacón es uno de sus referentes mediáticos, junto a José Miguel Contreras y Antonio García Ferreras. Otra afición que une a Oughourlian y Barroso es su odio a Juan Luis Cebrián y a todo lo que huela a felipismo. No es casual que, mientras Barroso entraba en Prisa bajo palio, por otra puerta salía Felipe González abandonando el Comité Editorial del grupo. Una imagen cargada de simbolismo teniendo en cuenta que fue Barroso quien convenció a Zapatero de la necesidad de construir un frente mediático verdaderamente progresista a la izquierda de Prisa. «José Luis, no es natural que Prisa abarque a toda la izquierda», le susurró en su papel de asesor áulico y coordinador del equipo de comunicación de Zapatero. Barroso fue el cerebro del asalto mediático al imperio Polanco, una estrategia que sustentó en dos pilares: el lanzamiento de La Sexta y arrebatarle a Prisa los derechos del fútbol para asfixiar a Sogecable, la gran generadora de caja de los Polanco.

Prisa, ‘cortijo’ de Sánchez

A diferencia de Zapatero, Sánchez quiso convertir Prisa en su propio cortijo, lo cual consiguió gracias a aprovecharse de las urgencias económicas de Oughourlian, que busca a la desesperada recuperar los 300 millones que invirtió en la ruinosa casa Polanco en 2014. Su toma de control de Prisa huele a ajuste de cuentas. «Ha habido determinados medios de comunicación que me han dicho que, si hubiera entendimiento con Podemos, ellos lo criticarían. El País ha sido uno de ellos. Una de las explicaciones por las que la línea editorial haya sido tan abusiva e incluso insultante en lo personal ha sido porque pudiera haber un entendimiento entre las dos izquierdas», llegó a decir en una entrevista concedida al programa de otro sanchista entregado como Jordi Évole.

José Miguel Contreras, ex consejero delegado de La Sexta, hizo migas con Oughourlian cuando el especulador financiero dio un golpe de mano en Prisa desbancando -con el apoyo de Telefónica- a Javier Monzón, el hombre del Santander, de la presidencia del grupo en diciembre de 2020. El nombre de Contreras incluso llegó a sonar como recambio. Oughourlian confió en él para impulsar el negocio audiovisual de Prisa adquiriendo Lacoproductora, la productora de Contreras con la que el ex de Globomedia se llenó los bolsillos vendiendo sus programas a TVE y Movistar Plus+. Contreras, que empezó su carrera como cronista televisivo de El País, se vio favorecido con la salida de Telefónica y la venta de su participación al Grupo Alconaba, una sociedad inversora con vínculos socialistas afines a Zapatero y Sánchez, cuyo máximo dirigente es Andrés Varela Entrecanales, ex socio y directivo del Grupo Imagina, titular en el pasado del 40% de las acciones de laSexta, la televisión comandada por Contreras.