El Rey ante el independentista Puigdemont: «El camino es trabajar juntos»
El Rey Felipe VI ha ha señalado este domingo que la condición de Barcelona como sede del Congreso Mundial de Móviles (MWC) es fruto del esfuerzo conjunto de las Administraciones del Estado y Cataluña, y prueba que «trabajar juntos» con el objetivo del «bien común» es el camino para «garantizar la prosperidad de todos».
Don Felipe se ha manifestado así durante su discurso en la cena previa al MWC en el Gran Teatre del Liceu, que ha propiciado el primer encuentro y saludo entre el Monarca y Carles Puigdemont.
En su primera visita a Cataluña desde la investidura de Puigdemont como presidente de la Generalitat, don Felipe ha sido recibido por el jefe del Gobierno catalán, la presidenta del Parlament, Carme Forcadell, y la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, así como por la delegada del Gobierno, María de los Llanos de Luna.
Puigdemont ha sido el primero en saludar a la entrada del Liceu a Felipe VI, quien, ya en el vestíbulo, ha estrechado también la mano del conseller de Exteriores de la Generalitat, Raül Romeva,
Felipe VI, en su discurso, se ha dirigido a los invitados en inglés, castellano y catalán, idioma en el que ha recordado que la consideración de Barcelona como «capital mundial del móvil» es fruto de la «suma de esfuerzos y voluntades» entre las Administraciones y entidades implicadas, el Ayuntamiento de Barcelona, la Generalitat de Cataluña y el Ministerio de Industria.
«Este es el camino para garantizar la prosperidad de todos: trabajar juntos teniendo siempre como fin el bien común», ha expresado.
El Congreso Mundial del Móvil y esa capitalidad internacional de Barcelona son «buena prueba» de ello y «un ejemplo de cómo el compromiso entre las diferentes Administraciones impulsa el progreso colectivo y, para las grandes cosas, atiende mejor el interés general de todos los ciudadanos», ha concluido el jefe del Estado en catalán.
Felipe VI ha resaltado que la revolución digital ofrece grandes oportunidades para aumentar la prosperidad y reducir las desigualdades, y ha considerado que para afrontar con éxito los desafíos de la revolución tecnológica y digital es preciso trabajar juntos, compartir conocimientos, recursos y sinergias y «eliminar barreras».
Además, ha apuntado que España es un país que apuesta fuertemente por las nuevas tecnologías como mecanismo para mejorar su competitividad, y que se encuentra «abierto a la inversión y al pleno desarrollo de la sociedad de la información».
«España dispone de muchas grandes empresas, altamente internacionalizadas y líderes en sus respectivos mercados», ha dicho, así como de un elevado número de compañías más pequeñas pero muy especializadas, pioneras en sus ámbitos de actuación y con un gran potencial de desarrollo.
En la mesa presidencial de la cena, don Felipe, en el centro, estaba rodeado por Puigdemont y el director general de GSMA, Mats Granryd.