Los dos guardias urbanos acusados del crimen de Foix alegan al juez que la muerte del ‘mantero’ fue accidental
Los dos gaurdias urbanos acusados de matar a un compañero, cuyo cadáver fue localizado calcinado en el pantano de Foix, han testificado ante el juez por la muerte de un ‘mantero’. Los dos agentes, Rosa Peral y Alberto López, participaban en un dispositivo de seguridad, en agosto de 2014, en el que un inmigrante que trabajaba vendiendo ilegalmente productos en la calle falleció. Ambos han testificado que la muerte fue accidental.
Según han informado fuentes judiciales, Peral y López, que permanecen en prisión preventiva por el crimen de su compañero Pedro R., han comparecido hoy como investigados ante el titular del juzgado de instrucción número 31 de Barcelona, que ha reabierto la causa por la muerte del mantero que se precipitó por un barranco en Montjuic, ante las sospechas de que el fallecimiento no fue accidental.
Ante el magistrado, los dos acusados, que participaron en el dispositivo de la Guardia Urbana contra el «top manta» en la montaña de Montjuic en el que falleció uno de los manteros al despeñarse por un precipicio cuando huía de la policía, han ratificado la versión del atestado policial, en el sentido de que la caída del mantero fue accidental, según las fuentes.
Una de las hipótesis que barajan los investigadores en relación con el crimen del urbano es que Rosa Peral y Alberto López decidieron supuestamente asesinar a Pedro R. cuando éste les amenazó con desvelar información comprometedora que los implicaba en la muerte del mantero, ocurrida en agosto de 2014, tras descubrir que ambos mantenían una relación sentimental a sus espaldas.
Rosa Peral y Alberto López han comparecido hoy ante el juez, tras ser trasladados desde la cárcel donde permanecen en prisión preventiva por matar supuestamente a Pedro R., cuyo cadáver fue hallado calcinado en el maletero de su coche en los alrededores del pantano de Foix de Barcelona el 4 de mayo del pasado año.
Tras el crimen de Foix, los Mossos d’Esquadra iniciaron un proceso para revisar el expediente que elaboraron tras la muerte del vendedor ambulante, de nacionalidad española, para verificar nuevos datos que recibieron de este caso, que un juez de Barcelona archivó provisionalmente en 2014 a raíz de un informe policial que concluía que la caída del mantero por la zona acantilada fue accidental.
Antes de caer, el mantero había agredido supuestamente con un arma blanca a Rosa Peral, de 33 años, que sufrió un corte de poca consideración en una pierna, según la versión de la mujer.
Se da el caso de que el responsable policial del dispositivo en el que el mantero cayó mortalmente era un cabo de la Guardia Urbana que en octubre de 2016 fue expedientado por la policía local barcelonesa por abandonar el lugar y las funciones que le habían asignado para acudir a una manifestación a favor de los legionarios.
Este cabo también vulneró el reglamento de uniforme ya que fue captado con una muñequera de grandes proporciones con la bandera española.
En concreto, según las fuentes, este cabo acudió, el 28 de mayo del pasado año, a una manifestación convocada por la Hermandad de Antiguos Caballeros Legionarios contra la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, para que no fueran expulsados del local que ocupan en los antiguos cuarteles del distrito de Sant Andreu.
Alberto López, que durante años estuvo adscrito junto a Rosa Peral en la unidad de la policía local barcelonesa encargada de combatir la venta ambulante, acumula una condena y una absolución por conflictos con manteros, según las fuentes.
En concreto, fue condenado en 2013 por un juzgado de Barcelona a una multa de 300 euros y a una indemnización de 600 euros por una falta de lesiones por agredir a un mantero de origen senegalés en un dispositivo de la Urbana contra la venta ambulante en la calle Duque de Medinaceli.
Por contra, en enero de 2015 la sección décima de la Audiencia de Barcelona, entre cuyos integrantes figuraba el exsenador de ERC Santi Vidal, absolvió a Alberto López al considerar que no había pruebas de que hubiera aporreado a varios manteros el 3 de julio de 2011 en la estación de metro de Paseo de Gracia de Barcelona.
En aquel incidente, en el que hubo una persecución en la estación del paseo de Gracia, el urbano, que iba de paisano, sufrió una herida superficial en la cabeza.
Los manteros, uno de los cuales se rompió dos dedos de la mano, denunciaron que varios urbanos de paisano, entre ellos López, irrumpieron en el metro y empezaron a golpearles con sus porras, lo que provocó una estampida de vendedores que trataban de huir de la policía.
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