España
'CASO DINA-IGLESIAS'

Dina Bousselham ha ofrecido hasta seis versiones para salvar a Iglesias de un delito de daños

Dina Bousselham, la ex asesora de Pablo Iglesias, ha ofrecido una nueva versión ante el juez en la declaración de este martes en la que estaba citada para aclarar si «consiente, tolera y acepta» que el ex líder de Podemos tuviese acceso a su tarjeta de teléfono, que contenía fotografías íntimas de la joven marroquí, sin el conocimiento de su propietaria. Ya son seis versiones distintas y contradictorias las que ha ofrecido ante el juez Manuel García-Castellón. En esta ocasión, la testigo ha asegurado que pudo comprobar en un ordenador el contenido de la micro SD que le entregó Iglesias y la guardó «en un cajón». «Funcionaba perfectamente», ha sentenciado.

La ex asesora añade esta información para exculpar a Iglesias de un delito de daños informáticos, pese a que este gesto podría suponerle un problema con la Justicia. Bousselham pudría enfrentarse a un delito de falso testimonio. Además, el juez no le ha creído. «Lo digo con total sinceridad: si usted recibe la tarjeta, la mete en el ordenador, funciona, la mete en un cajón y después no funciona… realmente es un hecho extraordinario», ha señalado el instructor.

Desde que denunció en una Comisaría de Alcorcón el supuesto robo de su teléfono móvil, el 1 de noviembre de 2015, Bousselham ha declarado en varias ocasiones ante jueces y agentes de la Policía y todas las declaraciones sobre estos hechos son contradictorias.

Después de que OKDIARIO publicara, en julio de 2016, el chat machista de Pablo Iglesias sobre la periodista Mariló Montero, Dina declaró en un juzgado de Alcorcón que el material publicado por este diario procedía de su teléfono móvil supuestamente sustraído. En este acto, en el que estuvo asistida por los abogados de Podemos, Dina ocultó que ya había recuperado la tarjeta de memoria de su móvil: había llegado a la redacción de la revista Interviú y su presidente, Antonio Asensio, se la entregó a Pablo Iglesias en enero de 2016. El propio Pablo Iglesias reconoció ante el juez que, ante un ordenador de la revista Interviú, accedió al contenido de la tarjeta, examinó sus archivos y comprobó que contenía «fotos íntimas» de su asesora. Pese a ello, se guardó el dispositivo y no se lo devolvió a su legítima propietaria hasta seis meses después, en el verano de 2016, según su declaración.

Dina Bousselham declaró el 10 de diciembre de 2018 ante la Unidad de Asuntos Internos (UAI) de la Policía Nacional como testigo-perjudicada en la pieza separada número 10 del caso Villarejo. En esta ocasión, aseguró expresamente que no tenía ninguna copia de la tarjeta de su teléfono móvil. Mintió, pues ya hacía dos años que Pablo Iglesias le había entregado el dispositivo de memoria.

Tres meses después, el 27 de marzo de 2019, Dina Bousselham declaró por primera vez ante el juez Manuel García-Castellón. Reconoció que había mentido ante la Policía Nacional y entregó al magistrado la copia de la tarjeta de memoria que Iglesias había recibido de manos del presidente del Grupo Zeta.

En esa primera declaración aseguró que nunca pudo acceder al contenido del dispositivo, porque estaba dañado cuando Iglesias se lo entregó: «Yo nunca la he llegado a abrir porque nunca me ha funcionado, de hecho intenté recuperar la tarjeta SIM para mandarla, en este caso a Berlín, que no lo hice nunca, y la dejé en el olvido hasta ayer que [Pablo Iglesias] me dice: Oye, tráete la tarjeta SIM que te di, ¿te acuerdas? Y la he traído por si quisieran cotejarla». Estas revelaciones hicieron que el magistrado, de acuerdo con la Fiscalía Anticorrupción, retirase a Iglesias la condición de perjudicado en el procedimiento y le imputaran los delitos de revelación de secretos y daños.

Dina, con el objetivo de ayudar a su ex jefe, envió una carta al magistrado y se retractó de su primera declaración. La testigo ahora aseguraba que el ex líder morado, cuando le entregó la tarjeta de su móvil, funcionaba perfectamente. Y, este martes, ha añadido que incluso pudo comprobar el contenido de la micro SD en un ordenador y aseguraba que «no se expresó bien en su interrogatorio».

Bousselham también mintió cuando aseguró que nunca envió a sus amistades capturas de los chats machistas de Pablo Iglesias que OKDIARIO publicó en julio de 2016. Mentía, tal como pudo comprobar la Unidad de Asuntos Internos de la Policía.

En la segunda declaración, bajo juramente ante el juez Manuel García-Castellón el 18 de mayo 2020, de nuevo, reconoció que había mentido en su anterior comparecencia y admitió lo que ya había descubierto Asuntos Internos: antes del supuesto robo de su móvil, Dina hizo capturas de los chats machistas del líder de Podemos y se las envió a varias amistades y compañeros del partido.