España
DESALOJO MASIVO

Desalojan a 300 personas de un bloque de Alcobendas que okuparon hace 14 años

La Policía Nacional ha desalojado a primera hora de este viernes a 300 personas de un edificio de Alcobendas, en Madrid, que okuparon en 2009, hace ya 14 años.

Cerca de 250 agentes de la Unidad de Intervención Policial (UIP), de la Unidad de Seguridad Ciudadana, de Extranjería, de la Policía Local de Alcobendas y el equipo de vigilancia aérea, que ha contado con drones y un helicóptero, han participado en el desalojo.

Además, para agilizar los desalojos se ha cortado el tráfico en dos manzanas y en el lugar permanecen también varias unidades de Protección Civil por si hubiera que atender alguna incidencia; de hecho, una de las vecinas desalojadas ha sufrido un desvanecimiento.

El bloque de 60 viviendas, que estaba okupado en su totalidad, se ubica en el número 26 de la calle Francisco Largo Caballero de este municipio madrileño. Y las familias llevaban viviendo allí desde 2009.

Los agentes de la Policía Nacional se han personado en el lugar alrededor de las 06:30 horas de este viernes y han ido casa por casa para que los okupas desalojaran el inmueble.

La okupación más grande de Madrid

Hace tan sólo dos semanas, OKDIARIO estuvo en este edificio okupado, el más grande de la Comunidad de Madrid. Cómo se aprecia en el vídeo que aparece bajo estas líneas, las zonas comunes se encontraban en un estado deplorable, la basura se amontonaba por todos los rincones y las cerraduras de las puertas estaban vandalizadas. Además, había numerosos enganches ilegales para abastecer al edificio.

Algunos vecinos trasladaron a este periódico que la mayoría de los okupas son ciudadanos de origen marroquí y de etnia gitana que llevan más de una década residiendo en estos pisos.

Entrar en uno de ellos no es difícil. «Yo fui al parque y un hombre me dijo que si le pagaba 200 euros me daba una llave y así entramos», nos explicó un ex okupa que vivió allí durante ocho años. Asimismo, este ciudadano, que optó por mantener el anonimato por miedo a represalias, aseguró que las peleas eran constantes y diarias: «Una vez, casi se matan, fue una pelea entre los vecinos, se dieron palos y le abrieron la cabeza a uno».